lunes, 23 de mayo de 2011

Capítulo 20. Mentiras, mentiras, mentiras.

Durante el tiempo en el que estuve abrazada por sus brazos recordé en mi cabeza todos los momentos que había vivido en su compañía. Todo comenzaba aquella noche en la que yo, torpemente, me caía en el barro y él era el único que acudía a ayudarme y al final acababa besándome. ¿Cómo iba a imaginarme yo, aquella noche en mi habitación en Londres, que después de unos días, Danny Jones iba a besarme y al final iba a vivir una bonita historia de amor? Todavía no me lo creía, así que era del todo surrealista.
Él me acercó más hacia su cuerpo y yo reposé mi cabeza sobre su pecho mientras que nos movíamos al ritmo de la música lenta. No podía imaginarme cómo iba a ser estar unas cuantas horas sin saber que al otro lado de la puerta, del pasillo o de la cama iba a estar él, con su encantadora sonrisa esperando a que yo dijera algo. Le iba a echar tanto de menos que el corazón, en respuesta a mis sentimientos y preocupaciones, comenzó a latir más fuerte a pesar de que no estaba haciendo ninguna actividad física importante. Supongo que él tampoco quería que Danny se fuera. 
- Te echaré de menos- le dije con total sinceridad.
- ¿Crees que yo a ti no?- preguntó a modo de respuesta. 
- Supongo que sí...- razoné y me puse colorada.
Sabiendo que Danny me iba a echar de menos tanto como yo a él me quedé más tranquila sin demasiado miedo del futuro. Sabía que no sólo era la separación de Danny, tampoco iba a poder encontrar a Tom en la azotea en las noches en las que no podía dormir, ni ver a Dougie mirando vergonzosamente a Blake y dejaría de reírme a todas horas de las tonterías de Harry. Tampoco iba a dormir escuchando la respiración de Blake, no iba a escuchar todas las mañanas las conversaciones de las de al lado y puede que fuera la última vez que las viera en mucho tiempo o incluso en toda mi vida. Me abracé un poco más a Danny angustiada por la inminente separación.
Unas horas después del último desayuno juntos llegamos al aeropuerto a donde todas habíamos llegado desde nuestras respectivas ciudades. Como buen día de verano estaba lleno de turistas que llegaban o se iban de viaje. Para Blake y para mí, que volvíamos a Londres con los chicos fue más fácil encontrar nuestra taquilla de facturación que las del resto. Dejamos que las maletas se marcharan de camino al avión y todos nos reunimos para entrar juntos al interior de la zona de embarque. Estuvimos sentados hablando sobre los momentos vividos en el viaje e intercambiando números de teléfono y direcciones de correo para poder estar en contacto.
Pero la hora de irnos llegó y con ella la tristeza. Todos nos abrazamos unos a otros excepto los que íbamos a Londres. Acompañamos a cada una de las chicas a sus puertas de embarque y esperamos a que nuestra puerta de embarque se abriera, sentados en los bancos frente a ella.
- Ven, quiero un nuevo fondo de pantalla para el móvil- dijo Danny. Me pasó el brazo por los hombros, me apretó contra él y puso al revés el móvil para hacernos una foto.
En la fotografía aparecíamos sonrientes, sus ojos azules brillaban y mostrábamos felicidad por todos lados aunque en mi cabeza sólo había tristeza. Antes de entrar en el avión Tom llamó a Giovanna para que fuera a buscarle al aeropuerto así que me puse algo más contenta al saber que la iba a conocer. El viaje duró menos de una hora así que en poco tiempo ya estábamos esperando a que salieran nuestras maletas por las cintas transportadoras del equipaje. Me latía muy fuerte el corazón, sabiendo que mi hermana me estaba esperando al otro lado de la sala. Cogí mi maleta con ayuda de Harry y esperé a que llegaran el resto de las maletas y salir todos juntos por la puerta de llegadas. Fuera, al contrario de lo que yo pensaba, no sólo estaban nuestros familiares sino que también había un grupo de chicas, fans que se habían enterado de la llegada de los chicos a Londres. En cuanto las puertas se abrieron los flashes comenzaron a cegarme los ojos pero Danny, aunque yo pensara lo contrario, no me soltó de la mano y saludó feliz a sus fans.
Entre la multitud divisé a Courtney que me buscaba con la mirada. Solté la mano de Danny y esquivando a la gente llegué hasta mi hermana, tiré la maleta al suelo y la abracé con fuerza ignorando quien estaba detrás de ella. Sabía que muchas chicas estaban pendientes de mí, preguntándose quién es esa para ir de la mano con Danny pero también las ignoraba, me sentía tan bien con mi hermana a mi lado de nuevo. Cuando nos soltamos ella me cogió de las manos como si me estuviera preparando para algo.
- Mira quién ha venido a vernos- dijo ella a modo de presentación, se apartó un poco y pude ver a mis padres expectantes detrás de ella. Primero no me hizo demasiada gracia verles, después giré la cabeza y me encontré con la mirada de Danny que me prestaba atención mientras firmaba autógrafos.
- ¡Hola!- les dije intentando poner un poco de emoción a la palabra y dibujé una sonrisa algo falsa. Ellos me abrazaron aunque yo no mostré demasiado interés en el abrazo. Cuando me separé de ellos Danny ya estaba a mi lado saludando educadamente a mi padre.
Todos nos quedamos en silencio y el ambiente comenzó a tensarse. ¿Qué se suponía que tenía que decir? ¡Oh, cuanto me alegro de veros! o ¡os echaba tanto de menos! No iba a mentir, no estaba en mis planes. Mi padre cogió la maleta y comenzaron a caminar hacia la salida para llevarla al coche y darme tiempo para despedirme. Estuve mucho tiempo en los brazos de Harry, Dougie y Tom, el cual me presentó a la dulce y agradable Giovanna que había ido a buscarle. Pero mi felicidad no duró demasiado pues llegó el momento de despedirme de Danny, primero me abrazó durante un rato y después me besó delante de todas sus fans, que le querían tanto como yo, y lo sabía, sin importarle los flashes de las cámaras, los gritos o el resto del mundo. Por eso le amaba, por ser cómo era.

Mi padre charlaba con mi madre en el asiento derecho conduciendo hacia el centro de Londres y mi hermana miraba alegremente por la ventana algo distraída y yo, con los cascos puestos, estaba acurrucada en mi asiento deseando evaporarme. Siempre había alguien que ahogaba las fiestas, pues en aquel coche era yo, pero es que alguien tenía que darle realismo a la historia. Entendía que mi hermana quisiera sentir como si toda la familia estuviera junta de nuevo, ella era como una madre para mí y yo sabía cuánto la dolía el que estuviéramos las dos solas viviendo en su casa pero no podía fingir que todo estaba bien cuando no había nada que estuviera bien.
Si Danny hubiera estado por allí cerca me hubiera abrazado y durante unos minutos me hubiera hecho sentir bien pero hasta dentro de dos días no volvería a estar a su lado, lo cual me parecía tremendamente cruel para mi corazón. Y ni siquiera me sentía algo mejor en mi habitación, aquel lugar que en el que siempre tenía un lugar en el que sentirme bien pasara lo que pasara, mi refugio, mi cómoda cama con un dosel de color pastel, mis muebles de color blanco, mi colección de zapatos y bolsos, mi pequeño sillón debajo de la ventana con vistas hacia King’s Cross.
Todo seguía como los planes establecidos en el coche de vuelta a Londres. Me duché rápido y me vestí un poco arreglada, aunque yo quería quedarme tumbada en la cama esperando impacientemente a que Danny llamara. Salimos de casa pero no conseguimos salir a la calle. Había una gran cantidad de personas en la puerta y, yo no lo creía, pero me buscaban a mí. Eran chicas de mi edad, un poco más pequeñas o más mayores y muchas cámaras de fotos. Respiré e intenté salir a la calle para pedir explicaciones.
- ¡Es ella!- gritó una de las chicas y los flashes comenzaron a impactar contra mis ojos.
- Chicas…- intenté decir pero nadie me hacía caso, estaba rodeada de gente y  nadie me tenía en cuenta, sentí tanta frustración que tenía ganas de llorar.
Pero en lugar de llorar salí como pude de allí y seguida por mi familia caminamos hacia el restaurante. Ellas comprendieron que yo no tenía humor para hacerme fotos y se fueron en seguida. ¿Estaba el mundo loco? ¿Qué se suponía que había hecho yo en la vida para tener “fans”? Necesitaba una buena sesión de desahogo con Ayleen, pero de momento me tocaba soportar a mi familia que no hizo nada más que fingir durante la noche.
- ¿Qué tal con el chico ese?- preguntó mi padre. Levanté lentamente la mirada del plato y le miré atónita durante unos segundos, esa era la gota que había colmado el vaso.
- ¿El chico ese?- dije enfureciéndome- El chico ese es la persona más importante de mi vida, por encima de todos vosotros, me ha demostrado que le importo, no como vosotros…- dije refiriéndome a mi madre y a él, contra Courtney no tenía nada que decir.
- ¡No!- exclamó él- A nosotros nos importas…
- ¡Mentiras!- dije mientras me levantaba- Mentiras- repetí- Mentiras.
Salí del restaurante como un huracán y corrí por las calles buscando un lugar donde esconderme sin que nadie pudiera encontrarme. Después de recorrer algunas calles me senté en un banco y miré con atención a la pantalla del móvil esperando a que Danny llamara de un momento a otro, no tenía pensado contarle nada pero cuando escuché su voz al otro lado del móvil me derrumbé y empecé a llorar así que me obligó a contarle todo lo que había sucedido.
- Tienes que relajarte y dejar de pensar en ello- me recomendó- piensa en que queda menos para estar juntos…
Sí, tenía razón pero las cosas no eran tan sencillas, no era tan sencillo volver a casa, con un poco de frío en el cuerpo y ver como todos hacían que nada había ocurrido. Entonces, antes de quedarme dormida hice una última llamada.
- Ayleen, soy yo, Brook, ya he vuelto. Necesito verte. Te quiero- dejé el mensaje en el contestador y fui a dormir.
COMENTAD :)

lunes, 16 de mayo de 2011

Capítulo 19. La distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo.

Antes de nada quiero decir que lo siento de nuevo por la tardanza pero ahora no creo que actualice demasiado, estoy con exámenes ya y me van a comer todo el tiempo, así que supongo que subiré poco a poco. Bueno quería pediros que me hace mucha ilusión que me dejéis comentarios y que me sigáis aquí en blogger así que si te gusta mi fic ya sabes lo que tienes que hacer ;) Gracias siempre por leer y aguantar mis locuras :) xoxo.
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Recorrimos de arriba a abajo la casa y no encontramos nada que indicara que alguien podía estar viviendo allí. No había muebles, alimentos o marcas de actividad. Era simplemente una vieja casa abandonada y la luz que habíamos visto seguramente había sido una ilusión óptica.
- Vámonos que aquí no hay nada- les pedí a Danny y Tom que estaban a mi lado.
- Sí, vamos- coincidió Tom.
Cuando fuimos a salir de la habitación la puerta se cerró. La ventana había estado cerrada pero ahora una pequeña rendija estaba abierta y entraba el aire del exterior. Solté un grito ahogado y le cogí con fuerza del brazo a Danny. Tom corrió hasta la puerta para abrirla, cuando lo hizo todos estaban al otro lado expectantes. Antes de que pudiéramos hablar Danny tuvo un escalofrío, le miré y él tenía una expresión de horror.
- ¿No lo habéis sentido?- preguntó él extrañado.
- ¿Sentir el qué?- le pregunté.
- No sé... vámonos- dijo él haciendo como que no había pasado nada.
Salimos casi corriendo de la casa y Harry cerró la puerta principal antes de comenzar a caminar hacia las tiendas de campaña que habíamos dejado iluminadas con algunas linternas. Cuando llegamos, ya no teníamos ganas para más aventuras, así que nos metimos en nuestros sacos de dormir dispuestos a descansar, pero cuando se nos pasó el susto comenzamos a charlar y las horas empezaron a trascurrir sin que nosotros nos durmiésemos.
- ¿Os acordáis del día en el que echamos pimienta, sal y azúcar en la comida de Danny y él ni siquiera se daba cuenta?- preguntó Harry entre risas.
- ¡Qué graciosos!- dijo Danny entre risas.
- Se lo comió sin inmutarse- intervino Tom mientras intentaba no reírse.
- Disimulaba- dijo Danny para defenderse.
Yo me acurruqué contra el pecho de Danny y él me rodeó con su brazo por la cintura y me atrajo hacia él. Respiraba de su aroma y de vez en cuando le besaba.
- ¡Iros  a un hotel!- gritaba Dougie cada vez que escuchaba cómo nos besábamos.- ¡Qué guarros, por dios!- le dijo escandalizado a Blake. Ella comenzó a reírse a carcajadas.
- Deberíamos dormirnos- pensó Tom en voz alta- Aunque algunos ya lo han hecho.
Todos nos quedamos en silencio y escuchamos la respiración regular de Harry que había sido el primero en dormirse. Eran las tres de la madrugada y quedaban tres horas para despertarnos cuando comenzamos a quedarnos todos dormidos. A pesar de que estaba en una tienda de campaña, muerta de calor y con la espalda casi contra el suelo, aquella noche dormí muy bien en los brazos de Danny.
Amaneció antes que cualquier día normal y con los primeros rayos de sol nos despertamos poco a poco. Recogimos entre todos las tiendas de campaña, que era mucho más fácil que montarlas, enrollamos los sacos de dormir e hicimos cada uno nuestras mochilas. El viaje de vuelta al hotel fue más corto que el ida y llegamos un poco antes de la comida. Teníamos un hambre espantoso así que arrasamos con todo lo que encontramos en el restaurante.
Hasta ese momento no me había dado cuenta pero era el último día que estábamos allí, todos juntos, dentro de unas horas dejaríamos de estar día y noche hablando y riéndonos. Sí, nos íbamos de gira con los chicos, pero sólo Blake y yo, pues el resto tenía que volver a sus países de procedencia y sus padres no habían dejado que se quedaran. Así que suponía que tenía que aprovechar al máximo ese día.
- Como esta noche es la última que tenemos juntos- comenzó a decir Tom- hemos pensado hacer algo diferente y especial- explicó- Así que tenéis que poneros vuestras mejores galas porque esta noche tenemos cena de gala y baile.
Todas exclamamos asombradas y contentas. Sería una buena forma de despedirnos. No me imaginaba cómo iba a ser ahora mi vida, sin Danny día y noche a mi lado, haciéndome feliz, pero suponía que algo nuevo iba a empezar.
En cuanto terminamos de comer Blake me agarró del brazo y me llevó a la habitación para elegir algo qué ponernos. Me preguntaba en qué estaba pensando ella cuando hizo la maleta para ir al viaje porque a mi no se me había ocurrido meter ropa de gala o de fiesta como ella. Tenía preparado miles de faldas, vestidos, camisas, camisetas y muchos zapatos de tacón.
- Elige el que tú quieras- dijo Blake.
Yo comencé a mirar algo avergonzada la ropa que ella llevaba. Había en especial un vestido que me gustó por encima de los demás. Era azul cian y era liso pero bastante bonito, tenía un lazo que lo rodeaba de color blanco debajo del pecho y vi que Blake tenía unos zapatos a juego, un poco altos para mí, pero muy bonito.
- ¿Qué te parece?- la pregunté con el conjunto en la mano.
- Perfecto.
Yo la sonreí y lo puse sobre mi cama. Después de elegir la ropa teníamos que empezar a hacer la maleta y vaciar la maleta para no tener que recoger nada al día siguiente por la mañana, salíamos al aeropuerto después de desayunar. Me ponía muy triste tener que hacer ya las maletas, parecía que fue ayer cuando llegamos a aquel hotel, cuando conocí a los chicos y a todas las chicas. Me daba mucha pena dejar aquel lugar pero tenía ganas de saber cómo iba a ser mi vida a partir de ese momento. No me veía yendo a fiestas con Danny, caminando con él por la calle o verle esperándome a la salida de clase. Era todo demasiado nuevo y extraño para mí.
Me puse los cascos y encendí el ipod cuando Blake se fue de la habitación para ver a Dougie. Comencé a escuchar Dani California de Red Hot Chilli Peppers, me tumbé en la cama y con su música comencé a llorar. Tenía mucho miedo, intentaba negarlo en mi interior pero en realidad tenía mucho miedo porque no sabía lo que iba a suceder en el futuro y me ponía muy nerviosa.
Cuando Blake volvió a entrar en la habitación me sequé las lágrimas y fingí que no pasaba nada. Ella fue la primera en ducharse mientras que yo seguía escuchando música, esta vez comencé a escuchar The End y aunque estuviera algo deprimida me apetecía escuchar canciones que dijeran cómo me sentía. "Todo el mundo conoce el final, cuando la cortina toca el suelo..." Todo el mundo conoce el final, todo el mundo conoce el final... esas palabras rondaban sin cesar en mi cabeza, incluso cuando estaba metida en la ducha escuchando como caía el agua sobre mi cuerpo seguía pensando en si aquello era el final.
Blake me ayudó a plancharme el pelo y maquillarme un poco y después ella se encerró en el baño para arreglarse mientras que yo me quedaba sentada sobre la cama, vestida y sin poder hacer nada. Tenía ganas de perder todo mi tiempo con Danny pero seguramente él estaba preparándose para la cena.
Antes de cenar llegó a mi habitación me ofreció su brazo y agarrados bajamos al comedor. La zona de la terraza había sido reservada sólo para nosotros. Todos íbamos muy elegantes y fue un buen momento para realizar algunas fotos. Primero todas las chicas juntas, después los cuatro juntos y al final hicimos una foto en la que salíamos todos.
Comenzamos a cenar y en mitad de la cena Natt se aclaró la voz y se levantó.
- Bueno... yo, os he escrito algo- comenzó a decir, todos pusimos interés en sus palabras- Antes de venir aquí- comenzó a leer- McFly, para nosotras, era nuestro grupo de música preferido, eran todo lo que podíamos soñar, eran nuestros ídolos, alguien a quien adorar, un modelo a seguir y gracias a eso hoy estamos aquí. Nada de eso a cambiado porque yo sigo pensando que de mayor quiero ser como Tom- todos nos reímos- sigo pensando que Danny tiene la sonrisa más bonita del mundo- él sonrió- que Dougie es increíblemente adorable- Danny despeinó- y que Harry es la persona más divertida que nunca he conocido. Pero estos días me he dado cuenta de que McFly es algo más que un grupo de música, todo el que está metido dentro del mundo de McFly sabe lo que significa ese nombre. A nosotras no nos importa la distancia, no nos importa que no nos veáis cada día, no nos importa que tengáis novias o no... Nosotras estamos aquí para escuchar vuestra música, para apoyaros en todo lo que necesitéis, aunque algunas estemos un poco lejos...- levantó la vista del papel y sonrió- En definitiva, que estos días han sido los mejores de mi vida y nunca podré olvidarlos. Así que espero que siempre que necesitéis algo de ayuda... nosotras estaremos ahí. Ya sabéis lo que dicen... La distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo.
Me había quedado con la boca abierta, cómo una persona había podido escribir lo que yo sentía en mi interior sin ni siquiera meterse en mi cabeza. No me  había dado cuenta pero algunas lágrimas habían anegado mis ojos y no me permitían ver demasiado bien. Mantuve la mirada fija en el plato para que nadie se diera cuenta y después fingí que todo iba bien.
- ¿Te ocurre algo?- me susurró Danny al oído.
- No... Nada- mentí intentando sonar convincentemente. "¿Qué si me pasa algo?" pensé en mi cabeza "que te amo, que no puedo vivir sin ti y no quiero que esto se acabe." Él sonrió y seguimos cenando ignorando a mis propios sentimientos.

jueves, 12 de mayo de 2011

Capítulo 18. Historias de miedo.

Antes de empezar. En este capítulo hay una "historia de miedo", no da miedo, no soy buena con esas cosas, así que no esperéis demasiado, lo siento. Espero que os guste el capítulo en general y DEJADME COMENTARIOS POR FAVOR :) Bueno gracias por leer. xoxo
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Cada uno llevaba una mochila con algunas cosas que íbamos a necesitar como comida, ropa o los sacos de dormir que íbamos a utilizar por la noche. Harry llevaba una de las tiendas de campaña y Doug llevaba la otra, Danny cargaba con un pequeño botiquín para las emergencias y Tom era el encargado del mapa y de dirigir al grupo. Blake y yo le ayudábamos, ella llevaba un comunicador, del tamaño de un móvil que nos permitiría conectar con el hotel en cualquier momento y yo me encargaba de la brújula, aunque no la íbamos  a utilizar demasiado.
Comenzamos el camino desde el hotel hasta el lugar donde comeríamos y descansaríamos para después seguir caminando hasta el lugar donde íbamos a acampar. Todo estaba lleno de altos árboles frondosos y pequeños riachuelos que llegaban desde las raíces de unos hasta las de otros. Encontramos algunas ardillas saltando por las ramas, ranas en una pequeña charca que estaba a punto de secarse y miles de insectos que volaban a nuestro alrededor constantemente.
Danny me alcanzó con facilidad y me cogió de la mano. Fue un viaje largo pero apenas se notaba que pasaran las horas. Danny se dedicó, con Dougie y Harry a hacer sonidos de animales y parecía que los tres se lo pasaban bastante bien haciendo eso. Todas nos reíamos de sus tonterías y Tom intentaba mantener la seriedad buscando el camino correcto pero al final la tontería de los otros tres ganaba a su sensatez. En tres ocasiones tuvimos que llamar al hotel para que nos indicaran el camino hacia la explanada donde íbamos a comer.
Era un claro en mitad del bosque, que hacía frontera con un pequeño río que bajaba entre las rocas. Extendimos un gran mantel en el suelo y comenzamos a sacar la comida. Las hormigas se vieron atraídas por nuestros alimentos y Blake y yo acabamos corriendo espantadas por estos minúsculos animales mientras que escuchábamos como Danny se moría de la risa y nosotras sentíamos como si tuviésemos bichos por el cuerpo, lo que era bastante desagradable.
Retomamos el viaje después de descansar tirados en el mantel. Natt y Byron se durmieron mientras que nosotros hablábamos sobre chorradas. El resto de las chicas ya se habían enterado de la noticia de ir con ellos a algunos conciertos así que comenzamos a planear lo que íbamos a hacer en cada ciudad.
- ¿Vamos a París?- pregunté a Tom.
- Sí, es el segundo concierto- Contestó él.
- Entonces quiero subir a la Torre Eiffel- Les pedí.
Estábamos tan emocionados por los viajes que apenas nos dimos cuenta de que teníamos que salir de nuevo hacia el camino a la siguiente parada, que sería en unas cuantas horas. La tarde se iba oscureciendo poco a poco mientras que nosotros caminábamos tranquilamente siguiendo a Tom que hablaba con Byron sobre la orientación que debíamos tomar.
Veía ilusionada como Blake buscaba con la mirada a Doug y de repente se esperaban el uno al otro, se daban la mano y se daban un pequeño beso. Yo miraba a Danny con ojos ilusionados  y veía cómo él distraídamente se reía por cualquier cosa que dijera a Harry, como hablaba para decir alguna de sus tonterías o cualquier cosa que él creía interesante, el modo en el que me apretaba la mano o pasaba cariñosamente su pulgar por mi piel. Me hacía sentir completamente feliz. Le quería con todas mis fuerzas, estaba completamente segura.
Llegamos a la zona donde estaba permitido acampar cuando el sol estaba empezando a ocultarse así que comenzamos a montar las tiendas antes de que la luz natural se fuera. Todo fue un desastre, ninguno tenía ni idea de cómo montar una tienda de campaña. Algunos comenzamos a juntar varas que eran la sujeción de la tela. Danny y Harry comenzaron a leer las instrucciones mientras Tom y Dougie se peleaban con dos varas como si fueran dos yedis de La Guerra de las Galaxias.
Al final conseguimos meter las varas que habíamos ido juntando por los huecos en las telas y aunque no eran unas tiendas demasiado bien montadas podríamos dormir allí.
- Juntamos así las tiendas- dijo Danny poniendo las puertas de cada una enfrentadas y completamente juntas.
- Muy bien Danny, cariño- le felicité sarcásticamente- ¿Y por dónde entramos?
- Es verdad...- contestó él poniendo cara interesante. Doug comenzó a reírse a carcajadas y entre los dos separaron un poco la segunda tienda.
Blake y yo entramos en una de las tiendas y vimos que era bastante grande. En la mitad podíamos poner una tela para hacer como dos compartimentos, pero decidimos que era mejor y más divertido dormir allí todos juntos y comenzamos a poner los sacos de dormir. No queríamos que nadie se quedara fuera así que decidimos que algunos teníamos que dormir juntos para que todos pudiésemos entrar. En la segunda tienda guardamos todas las mochilas y la comida que habíamos traído.
- ¿Dormirás conmigo?- me preguntó Danny cuando conseguimos separarnos un poco del resto. Me acercó a él, pasando sus manos por mi cintura y apretándome contra él. Le cogí de la barbilla y le besé dulcemente.
- ¿Contigo?- volví a preguntar. Él asintió- Claro...- contesté sonriendo y volviéndole a besar.
La noche calló y sacamos las linternas para tener algo de luz. Cenamos la comida que teníamos preparada y nos sentamos al lado de las tiendas a charlar un rato mientras veíamos como el cielo se oscurecía más y más.
- ¿Contamos historias de miedo?- preguntó Blake entusiasmada.
- ¡Sí, sí!- exclamó feliz Harry- Empiezo yo...
Antes de empezar a hablar se aclaró la voz y algunos soltamos risitas nerviosas. Danny pasó un brazo por mis hombros y apoyé la cabeza sobre su hombro.
- Hace muchos años...- comenzó a contar.
- ¿Cuántos años?- interrumpió a posta Dougie.
- ¡Calla!- le pidió Harry- Hace muchos años, bueno no sé cuantos exactamente, a mi me lo contó un amigo cuando íbamos al instituto-  empezó a explicar- había un chico...
- ¿Cómo se llamaba?- volvió a interrumpir Dougie.
- ¡No te lo digo otra vez, cállate!- bromeó Harry- Se llamaba Dougie, sí... eso es... se llamaba Dougie. El tío estaba siempre solo, nadie se quería juntar con él...
- ¿Está basado en hechos reales?- preguntó Dougie de nuevo.
- Pues parece ser que sí- contestó Harry, esta vez serio- Bueno vivían cerca de Newcastle, donde estuvimos aquel día- aclaró, algunos asentimos- bueno pues dicen que sus padres y él se trasladaron a una casa perdida en el campo y que el chico comenzó a volverse loco, el pobre... decía que escuchaba como alguien le llamaba a todas horas...
- Dougie, Dougie...- comenzó a susurrar de fondo Tom. Todos nos reímos.
- Se encerraba en su habitación y observaba el exterior de la ventana, no comía casi, empezó a ponerse muy blanco, delgado, con ojeras... un desastre, ¿sabes? No dejaba que nadie entrara en la habitación así que nadie supo nunca qué le pasó pero un día, ¡pum! El chico apareció en el jardín muerto- un escalofrío recorrió mi cuerpo- Y una semana después, cuando los padres volvieron a la casa, después de enterrar al chico y eso... Aparecieron muertos también, cruelmente asesinados, me dijeron...
- Harry, tío, ¿a qué te dedicabas en el instituto?- preguntó de broma Danny- Es la historia más mala que he oído nunca?
"¿De verdad?" me pregunté en mi cabeza, porque a mí me había dado cierto punto de inquietud.
- A ver, entonces cuenta tu alguna- dijo Harry aparentemente ofendido.
- Pues  a mí me contaron...- comenzó a decir Danny a mi lado.
- ¡Eh!- exclamó Tom- ¿Qué es eso?
Miramos en la dirección en la que iba su dedo. Una luz se había encendido a lo lejos y después se apagó de golpe. Nos miramos unos a otros en la oscuridad en silencio sin saber qué decir. Tragué saliva e intenté no ponerme nerviosa.
- ¡¿Qué ha sido eso?!- exclamé escandalizada. El corazón me latía muy fuerte.
- Sería mucha casualidad...- comenzó a decir Harry pero ninguno nos reímos, en ese momento pocas cosas nos hacían gracia.
Tenía miedo, sí, no me importaba reconocerlo, era una absoluta cobarde, no me importaba decirlo, todas esas cosas sobre chicos extraños muertos y luces que se encienden por qué sí no me gustaban nada.
- Vale, a ver, no seamos paranoicos- pidió Tom levantándose.- Seguro que ha sido una caseta de cazadores o algo así...
Él se levantó y comenzó a mirar hacia el lado donde habíamos visto la luz que después se había apagado. Me removí en mi sitio y le di la mano y la apreté fuerte.
- ¡Eh, no pasa nada!- susurró en mi oído. Se levantó y se acercó a Tom.
- Vamos a echar un vistazo- dijeron ellos dos.
Me negaba a quedarme allí sin Danny, tenía miedo porque todo estaba completamente oscuro y sólo habíamos visto la luz alejada encenderse. Entramos dentro de la tienda de campaña, cogí una sudadera y una linterna que había cogido y guardado en mi mochila, Blake y yo enlazamos nuestros brazos y comenzamos a caminar detrás de los chicos y caminaban despacio dirigiéndose hacia la luz.
Esta no volvió a aparecer pero cuando nos fuimos acercando nos encontramos una casa, con el tejado algo destruido y en ruinas sobre la segunda planta. No podía percibir los detalles de esa casa porque la oscuridad era demasiada pero por lo poco que alumbraban las linternas podía ver que tenía la fachada llena de enredaderas y la puerta principal estaba abierta.
Pasamos a la casa y en cuanto pisamos el suelo de mármol con muchas capas de polvo y suciedad una corriente de aire nos rodeó y cerró la puerta de golpe.
- Ha sido el aire- dijo Tom para tranquilamente pero yo ya había dado un gritito ahogado por culpa del susto.

martes, 10 de mayo de 2011

Capítulo 17. Como si estuviera escrito en las estrellas.

Extendimos la manta de cuadros sobre el césped de la explanada mientras observábamos como los trabajadores del hotel colocaban el proyector de cine para que quedara perfectamente cuadrado en la gran pantalla que habían colocado. Estábamos en la parte posterior del hotel, donde había una explanada de césped donde se había empezado a instalar la gente para hacer un pequeño picnic y después ver la película que ofrecían en el hotel, era una de miedo que nunca había visto.
Formamos algo parecido a un círculo y comenzamos a hablar mientras esperábamos a que comenzara la película. Algunos de los camareros que normalmente estaban en el comedor ofrecían cartones de palomitas y había algunos puestecillos con algodón dulce y chucherías, propio de unas salas de cine.
La gente fue llegando a la vez que la noche comenzaba a ceñirse en el cielo de azul pálido que había reinado durante la tarde. Ahora el mismo cielo claro se oscurecía y empezaba a subir la luna brillante y comenzaban a mostrarse las estrellas, pero no sólo ellas brillaban.
Giré la cabeza y miré como Dougie cogía de la mano a Blake disimuladamente, ella agachó la cabeza para cerciorarse que sus manos estaban agarradas y después me dirigió una mirada llena de nerviosismo y sus ojos azules brillaban con mucha intensidad, la sonreí y después me introduje de nuevo en la conversación.
-Tú no te preocupes- me dijo Danny- si tienes miedo yo estaré a tu lado…
-Seguro…- puse cara de suficiencia- ¿no tendrás tu miedo?
-¡Claro que no!- exclamó y soltó una fuerte risotada.
La película comenzó y nos tumbamos sobre la manta. Danny me rodeó por los hombros y apoyé la cabeza sobre su pecho. La película parecía una comedia normal y corriente hasta que de repente se quedaban encerrados en la casa donde estaban de vacaciones y cosas extrañas comenzaban a ocurrir. No daba demasiado miedo pero en unas cuantas ocasiones me asusté apretando con fuerza la mano de Danny, él se rio de mí y le di un leve codazo en señal de protesta y volvió a reírse con un tono bajo.
Le acariciaba el pelo con dulzura mientras miraba sin interés la película pensando en cómo atraer la atención de Danny, pero él estaba completamente enfrascado en la película. Le miraba de vez en cuando pero él ni siquiera se daba cuenta, le besé en la mejilla y él me miró durante unos segundos y sonrió, pero después volvió a ver la película. Miré hacia la derecha para pedir ayuda. Ella giró la cabeza para mirarme e hizo una seña hacia Danny, yo me encogí de hombros.
Pasé los dedos por la barbilla de Danny y le obligué a girar la cabeza hacia mí. Al principio sus ojos azules, que brillaban por la luz blanca de la pantalla, siguieron inmersos en la película, después sonrió y dirigió su mirada hacia mí. Le besé con fuerza e intensidad como si necesitara de sus labios para vivir.
Él siguió besándome sin importarle la película. Sus manos viajaban por mi espalda y se metieron por debajo de mi camiseta de tirantes blanca que llevaba esa noche. Tenía las manos cálidas pero el contacto de nuestras pieles hizo que me diera un escalofrío y Danny se rió.
-¡Eh aquí no!- dije cuando noté que su mano bajaba.
-Muy bien tu lo has querido.- dijo él sonriendo.
Se levantó deprisa y comenzó a caminar saliendo de la zona que habían acomodado para ver la película y comenzó a desaparecer entre las sombras. No perdí ni un segundo y comencé a perseguirle para estar de nuevo con él. Se encontraba sentado sobre una de las mesas de madera y me miraba con interés. Me acerqué a él y comencé a besarle.
-¿Sabes que me encanta cuando pones esa cara de idiota?- le pregunté de broma.
-¿Cuál?- dijo- ¿Esta?- pero no puso su cara de niño bueno, con la mirada perdida, simplemente me besó de nuevo.
Me senté sobre la mesa y entre sus piernas, con mi espalda apoyada sobre su pecho. Me besó por el cuello. Tenía que dejar claro que no quería que el viaje acabara pero sabía que lo que habíamos comenzado era demasiado fuerte como para que se rompiera al llegar a Londres. Nos veía a los dos, yendo de la mano por las calles, presentándole a mis amigos o sentados en Hyde Park en un día típicamente nublado.
-Cuando acabe el viaje- dijo él como si me hubiera estado escuchando hablar en mi mente- iremos a unos cuantos países de concierto. Queremos que vengáis con nosotros.
-¿En serio?- pregunté sorprendida. Él sonrió y asintió.
-¿Quieres venir?
-Claro- aseguré feliz- seguro.
Estaba tan feliz, después del viaje no tendríamos que separarnos y me sentía por dentro triunfante. Me abrazó con fuerza y le besé en los labios. Él levantó la mirada y miró hacia las estrellas que brillaban con fuerza sobre nosotros. Yo le imité y estuvimos un rato así. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y estuvimos en silencio mientras que escuchábamos de fondo el sonido de la película.
-Es como si estuviera escrito en las estrellas- dijo de repente.
-¿El qué?- pregunté con interés.
-Que estábamos destinados a estar juntos- contestó de inmediato.
Me sentía la persona más feliz del mundo entre sus brazos. Durante muchas noches me había sorprendido a mi misma pensando en él. Nadie lo sabía y nadie lo hubiera entendido pero cuando eres un adolescente siempre te gusta un chico, escribes en todos los sitios que ves la inicial de su nombre, te sonrojas cuando piensas en él y nadie sabe, excepto tu mejor amiga quién es, bueno pues en mi caso ese era Danny, incluso antes de conocerle. A mí me gustaba como si fuera un chico más de mi clase, o el vecino guapo de tu edificio, era extraño pero estaba segura de lo que sentía.
-¿Molesto?- dijo Dougie asomándose por la esquina del edificio. Los dos sonreímos y dejamos de besarnos.
-¿Qué quieres?- preguntó Danny con fingida voz molesta.
A Dougie le seguía Blake, cogida de su mano. Ella me sonrió y antes de que me diera cuenta ya estaba encima de mí abrazándome. Danny se rio con una carcajada fuerte y comenzó a decirle cosas a Dougie para que se enfadara pero este sólo se reía y miraba a todos lados con felicidad.
-Hemos pensado que para celebrar los últimos días de viaje- comenzó a decir Blake- mañana vamos a salir por ahí, al campo, y hacemos una acampada.
-¡Genial!- exclamé. Me encantaban las acampadas. Ayleen y yo solíamos ir con Courtney y sus amigos de acampada cuando ellos se iban por ahí y lo pasábamos genial todos juntos.
-Si no nos perdemos por el camino…- bromeó Blake.
-Tranquila no dejaré que  te pierdas- le contestó Doug, la rodeó con su brazo por los hombros, la acercó y la besó dulcemente.
-¡Fuera de aquí pastelosos!- Gritó Danny separándolos cruelmente.
-¿Quieres tu también?- preguntó Dougie
Este se abalanzó sobre Danny y los dos se cayeron al suelo. Doug intentaba besar a Danny y él lo intentaba evitar dando vueltas por el césped del jardín mientras que Blake y yo nos reíamos de los dos mientras que Danny pedía ayuda a voces. Conseguimos separarlos y poco después llegó el resto, cuando la película había terminado.
-Mañana nos levantamos antes, pedimos comida para llevarnos y alquilamos las tiendas y los sacos de dormir y nos vamos- determinó  Tom.
Blake y yo nos quedamos dormidas después de hablar lo que había sucedido entre ella y Doug. Estaba realmente emocionada pero el sueño nos venció. A la mañana siguiente debíamos madrugar para vivir el penúltimo día de viaje y aunque era triste tener que dejar aquello tenía ganas de afrontar el futuro.
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Bueno después de tanto tiempo vuelvo a publicar, me ha costado muchísimo escribir este capítulo y espero que esté más o menos bien. Aunque parezca que es ya el desenlace, no es así, todavía quedan unas cuantas cosas. La "culpa" de mi tardanza, la ha tenido el CONCIERTO de MCFLY en Madrid, el día 7 de mayo, fue increíblemente increíble y sólo puedo decir que ya les echo de menos :) Dejaré algunas de las mejores fotos por aquí y por supuesto tengo que decir que conocí a Patri y la di un abrazo fuerte, fuerte, fuerte y estoy deseando volver a verla. Ha sido el mejor día de mi vida y no lo voy a olvidar en mi vida. Bueno pues espero que os guste y siento la tardanza :/ xoxo.

viernes, 29 de abril de 2011

Capítulo 16. I feel pretty/unpretty

La miré con la mayor sinceridad que pude sin saber si lo conseguía, pero no la iba a dejar que hiciera con él lo que ella quisiera. De un modo u otro yo quería a Dougie y aunque Blake fuera mi amiga no la iba a permitir que actuara de ese modo.
-Deja de jugar con él.- la advertí con tono severo, no le puedes tratar así.
-Él también me importa, ¿sabes?- dijo como si yo la estuviera acusando de lo contrario.- McFly lo es todo para mi, igual que tu y el resto de las chicas.
-Veo que todavía no lo has entendido…- dije frustrada dándome cuenta de que aquello se estaba convirtiendo en una discusión.- Ellos no son sólo McFly, es que ahora son Danny, Dougie, Tom y Harry… y saben que existimos y… no sé…
No podía expresar lo que en realidad intentaba explicar, pero sólo quería que entendiera que durante ese tiempo nosotras formábamos parte de la vida de los chicos y que ellos sentían igual que nosotras y ni Dougie ni nadie se merecía que jugaran con sus sentimientos.
Blake se encerró en el baño dando un portazo y yo me senté en la cama para recapacitar un poco sobre lo que había pasado. Escuchaba a Blake que estaba hablando en susurros comentando sus sentimientos y me molestaba escuchar sólo ciertas palabras así que me levanté de la cama y cerré la puerta sin coger la llave.
Ya era bastante tarde y todo el mundo estaba en sus habitaciones. El pasillo estaba a oscuras pero en cuanto detectó mi movimiento se encendieron las luces. Caminé por los pasillos sin rumbo, no tenía nada de sueño y todavía no podía volver a la habitación.
Me arrepentía de haber hablado tan mal a Blake pero cuando había visto cómo besaba a Andy me había enfadado bastante y ahora era yo la que no tenía ningún sitio en el que quedarse a pasar la noche. Pensé en pedirle a Danny compañía pero me parecía demasiado egoísta despertarle para hacerme compañía, pero después de dar unas cuantas vueltas más decidí que tenía que ir a su habitación para que me dejara dormir con él y la idea no me disgustaba lo más mínimo.
-¿Qué haces aquí?- preguntó con voz dormida. Llevaba un pantalón por las rodillas y el pecho descubierto y pasándose la mano por el pelo.
-He discutido con Blake y ahora no tengo donde dormir- dije poniendo voz de pena. Él abrió la puerta un poco más y me dejó entrar.
Tom estaba profundamente dormido y la habitación era lo más desordenado que había visto nunca, pero no me podía quejar. Danny se metió en la cama y me hizo un sitio, me quité las zapatillas y me metí con él. Me abrazó por la cintura y volvió a dormirse, su respiración comenzó a impactar en mi cuello y aunque seguía este ritmo fue imposible quedarme dormida.
Lo que no sabía es que en ese mismo pasillo pero unas cuantas habitaciones más hacia la derecha estaba Blake, tumbada en la cama en la misma posición que yo y sin poder quedarse dormida.
POV Blake.
“Soy una auténtica… guarra” pensé con dureza en mi cabeza. Me giré en la cama para quedarme mirando a la cama vacía donde supuestamente debía estar Brook tumbada, pero ella estaba a saber dónde enfadada por mi culpa.
Me sentía mal porque no quería besar a Andy, no quería, me había quedado muy colgada por Dougie y día y noche pensaba en cómo llamar su atención, pero él me lo ponía muy difícil y yo, como buena idiota que soy, le había hecho daño y además había perdido a la persona con la que mejor me llevaba.
Tenía tanta envidia de Brook. Me costaba reconocerlo en mi cabeza, pero no podía negarlo, era una envidia sana, no quería para ella ningún tipo de mal, pero la miraba y veía como se reía, escandalosamente, como sonreía sin querer y por supuesto tenía a Danny que estaba absolutamente segura de que él la adoraba y poco faltaba para que se enamoraran perdidamente el uno del otro.
En cambio yo seguía siendo la misma de siempre, la misma rubia alocada que se besa con el primer chico que pasa y hace daño al que de verdad quiere, seguía siendo un modelo de mala conducta y me había quedado sin poder pasar otra maravillosa madrugada de conversaciones. Di la vuelta en la cama y saqué de un bolsillo de la maleta el ipod para buscar alguna canción que pudiera hablar por mí de una vez por todas.
Salí de la habitación y fui a buscar a Brook pensando claramente en la canción que podía expresar lo que sentía. La encontré en la habitación de Tom y Danny, salió al pasillo medio dormida y me sentí como una estúpida pero ella sólo me abrazó sin dejarme hablar.
-Lo siento- dijo ella con voz apenada y después bostezó.
-Yo lo siento más- confesé- me he comportado como una idiota. Mira quiero que escuches esto.
Y juntas escuchamos I feel pretty/unpretty juntas. No era mi canción favorita pero en ese momento la necesitaba, cuando sentía que todo lo que relucía en mi exterior era completamente falso y no me gustaba. Era la mejor canción que hablaba sobre las apariencias y lo que de verdad somos en nuestro interior y tenía esa sensación en mi cuerpo, que llevaba allí mucho tiempo, de que en realidad la fachada que mostraba no era más que un encierro a mi verdadero yo que estaba metido en el interior de mi cuerpo. Nos sentamos en el suelo del pasillo y escuchamos una y otra vez la canción sin importar que el tiempo pasara.
Brook se quedó dormida en mi hombro y yo perdí la consciencia de lo que sucedía poco después.
-¡Eh, chicas!- nos llamó alguien y consiguió que me despertara. Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Brook seguía durmiendo encogida a mi lado. Me restregué los ojos con la mano y miré hacia Dougie que nos despertaba.
-Dougie- dije con voz de recién levantada- tenemos que hablar- añadí mientras me levantaba intentando despertarme lo antes posible.
-Tranquila…-comenzó a decir él- lo entiendo… no tenía que haberme hecho ilusiones- sufrí una leve convulsión y mi corazón volvió a latir rápido sin control. Debía sacar lo mejor de mí.
-Lo siento, debí decirte desde el principio que sólo tú me gustas y que Andy… es un idiota a tu lado- sonreí discretamente.
Nuestra conversación quedó callada porque Brook comenzaba a despertarse.
POV Brook.
No me podía haber despertado en peor momento pero cuando me di cuenta ya era demasiado tarde asi que sólo pude disculparme y me giré para ir hacia la habitación de Danny que se acababa de abrir.
-He dormido en el suelo- le informé- ¿Cómo has dejado que duerma en el suelo?- fingí que estaba enfadada.
-Me quedé dormido- se disculpó bromeando y le di un pequeño golpe.
-Primera discursión de pareja- anunció Tom- yo me largo.
En cuanto salió de la habitación cerró la puerta y Danny se tiró contra mí tirándome sobre la cama. Comenzó a besarme y yo intentaba huir aunque en realidad quería que me besara más y más.
-¿Sabes que es lo primero que haré cuando volvamos a Londres?- preguntó y yo negué con la cabeza- Subiremos al edificio más alto para enseñarle a todo el mundo que eres mía, sólo mía.
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La canción de la que hablo es I feel pretty/unpretty, no sé quién la canta porque me gusta por la versión de glee y habla de que si la gente te conociera de verdad vería que no eres tan perfecta o imperfecta como pareces  por fuera, y bueno... a mi me ha gustado bastante así que la dejo aquí por si alguien la quiere escuchar:


jueves, 28 de abril de 2011

Capítulo 15. Yo no te dejaría por un rubio, alto de ojos azules.

-¡Ni lo sueñes!- me negué de inmediato en cuanto vi la distancia que había desde la roca hasta la superficie de agua. Me giré para volver a la toalla pero Danny me agarró por la cintura y me impidió que siguiera avanzando
Habíamos viajado hasta la costa y habíamos llegado a una cala rocosa donde el mar, que estaba relajado después de una noche de tormenta, entraba en la tierra. Había pequeños charcos producidos por la subida de la marea y la posterior retirada del mar. Algunos chicos saltaban de una gran roca que estaba preparada para caer a un lugar seguro en el mar. Para llegar hasta allí había que nadar en diagonal y llegar hasta una escalera, parecidas a las que se ponen para salir de las piscinas, que llevaban hasta las rocas por las que subías hasta la roca desde donde la gente se tiraba.
Estaban locos si se pensaban que iba a tirarme desde allí, muy locos. No estaba dispuesta a cruzar a nado el agua para llegar allí y después tener que subir hasta la roca y saltar hasta el agua.
-Por favor- me pidió Danny con voz suplicante- Te juro que si no te gusta te traigo de inmediato a aquí- me prometió. Lo pensé durante unos segundos, no podía decir que no a sus ojos azules felices y su sonrisa que me deslumbraba.
-Me traes aquí sin rechistar- le pedí. Él asintió con l cabeza y me cogió fuerte de la mano.
Corrimos hasta la orilla y nos metimos en el agua. Harry nos acercó las gafas para bucear y poder mirar por debajo del agua, las limpiamos antes de ponérnoslas y nos metimos en el agua. Buceamos con la cabeza gacha observando el paisaje marino. En cuanto comenzamos a nadar las rocas comenzaron a sumergirse en el agua hasta que empezaron a formar una gran oscuridad bajo nosotros. Observé cómo algunos peces de colores nadaban a su antojo cambiando constantemente la dirección.
Al principio ver aquel abismo que nos separaba de las rocas y la profunda oscuridad que había bajo nosotros me agobió y comencé a respirar más deprisa de lo normal, por lo que necesitaba sacar la cabeza a menudo para poder coger aire.
-¿Estás bien?- preguntó preocupado Harry. No lo estaba, sentía como si algas o algo así se aferraran a mis piernas y en cualquier momento esperaba que me llevaran hacia abajo.
-No…- confesé jadeando.
-Ven- dijo señalando su espalda- yo te llevo.
Dudosa me coloqué detrás de él y pasé los brazos por encima de sus hombros y enlace mis manos sobre su cuello. Él comenzó a nadar con facilidad y yo le ayudaba de vez en cuando moviendo los brazos y durante todo el trayecto movía las piernas. Me sentía más segura sabiendo que él estaba por debajo de mí y que no podía ahogarme o algo así.
Fui la primera en subir por las escaleras, Harry me siguió y después fue subiendo el resto. Blake y Harry saltaron sin pensárselo mientras nosotros veíamos como sus cuerpos caían hacia el mar, sonó su caída y después de unos segundos vimos como salían a la superficie, chapoteaban y comenzaban a nadar hasta la superficie.
Todos comenzaron a saltar uno a uno sin aparente miedo, caían, gritaban y después salían del agua… pero yo no me atrevía, pero no era la única, Dougie miraba a mi lado lo mismo que yo y aguantaba sin decir ni una palabra.
-Venga, ¿saltamos?- le pregunté en un arrebato de valentía.
-Claro…- dijo dudoso.
Nos acercamos despacio al borde de la roca y miramos hacia abajo. Había mucha altura y no estaba segura de que pudiera conseguirlo. Pero no tuve nada de tiempo para pensar, Danny corrió por detrás de mí, me cogió de la mano y dándose impulso por los dos saltó y yo fui detrás. Grité todo lo que pude, sentí como la adrenalina se adueñaba de mi cuerpo, caímos al agua y después de subir a la superficie Danny me rodeó por la cintura y me acercó a las rocas donde las olas impactaban.
Él nos movía mientras que yo le retiraba las gotas de agua que le caían por la cara, era una tonta escusa para mirare fijamente, estaba con la mirada clavada en las rocas a las que quería llegar, la boca ligeramente abierta con una discreta sonrisa y su cuerpo en contacto con el mío. Llevábamos juntos casi una semana y seguía sintiendo esas corrientes eléctricas en mi interior cuando sentía el contacto de su piel.
Cuando llegamos a las rocas mi apoyé contra ellas mientras Danny me besaba con fuerza y pasión. Sentía sus manos por mi cuerpo y era imposible pensar en todo lo que nos rodeaba. La gente seguía saltando de la roca y subía por las escaleras y volvía de nuevo al agua mientras nosotros nos besábamos sin descanso.
-Danny…- interrumpí- ¿Qué ocurre?- pregunté nerviosa.
-Nada… solo quería decirte que…- dijo con la voz entre cortada- que me alegro haberte conocido- una pequeña sonrisa iluminó mi rostro y escuché con atención lo que tenía que decir- y este viaje no hubiera sido lo mismo sin ti…
-¿A qué viene esto?- volví a preguntar algo extrañada.
-¡A nada!- exclamó Danny- pero quiero que te quedes con esto- empezó a quitarse una medalla que llevaba colgada en el cuello. Era una pequeña placa circular de color plata que llevaba su nombre y fecha de nacimiento en la parte posterior y en la anterior sólo había líneas que no formaban ninguna forma.
-Danny…
-No digas que no lo puedes aceptar- se adelantó- verás… creo que… me he enamorado de ti…- lo dijo con tanta naturalidad que ni siquiera me di cuenta, lo pensé poco después y todo mi cuerpo se removió.
-Danny yo siempre te he querido, pero en este viaje…- reconocí con absoluta sinceridad- creo que te he conocido y eres la persona con la que quiero perder mi tiempo.
Sonrió con todas sus fuerzas y me volvió a besar. Después, con su ayuda, me puse la medalla en el cuello y la miré aunque no podía ver demasiado en mi perspectiva, sonreí y volví a mirarle. Sus ojos azules estaban clavados en mi rostro y sonreía lo máximo que podía. En ese momento recordé el momento en el que le vi aparecer en el escenario de Wembley, la primera vez que fui a verles a un concierto, a un lado estaba Ayleen y al otro estaba mi hermana. Recordaba con añoranza aquel momento en el que le sentí más cerca que nunca aunque en realidad estaba lejos. Había recordado ese día durante toda mi vida y ahora le tenía, era mío, en el mejor sentido.
-Te quiero- le dije.
-Yo también- contestó.
El día no fue igual desde aquellas confesiones, estaba más animada y salté varias veces de la roca sin importarme lo que hubiera debajo. Después entramos con algunos chicos que habíamos conocido en una cueva que tenía una pequeña salida al mar. Caminamos por esa cueva con el mayor cuidado y Blake me cogía de la mano para evitar caernos. Ella hablaba animadamente con un chico rubio, de ojos azules y alto que la prestaba toda la atención del mundo. Cuando volvimos a las toallas, me descuidé unos segundos y en cuanto me giré lo primero que vi fue a Blake besándose con el chico, que se llamaba Andy. Miré de inmediato a Dougie, que también miraba alucinado la escena pero con cierta tristeza. Me pregunté si alguna vez hubiera podido ocurrir algo entre ellos dos y rápido me respondí a mi misma con un sí contundente cuando Dougie, aparentemente dolido se giró y comenzó a caminar hacia una pequeña caseta donde se encontraban los baños.
Discretamente le seguí y le encontré sentado en una roca, escondido detrás de algunos árboles y jugando con un palito mientras miraba hacia el mar. En silencio me acerqué a él y me senté a su lado.
-¿Te ocurre algo?- le pregunté para romper el hielo.
-No- mintió claramente- bueno… un poco…
-Lo he visto- le dije para tranquilizarle pero él no entendía-  Sólo lo hace para llamar tu atención- le dije sin estar demasiado segura.
-¿Eso crees?- preguntó con un tono de voz más alegre.
-¡Claro!- aseguré- yo no te dejaría por un rubio, alto de ojos azules- bromeé. Él sonrió algo más tranquilo y comenzó a hablar de Blake.

domingo, 24 de abril de 2011

Capítulo 14. El amor está en todas partes.

Me monté con cuidado en el caballo blanco con ayuda de su propietaria y después ayudó a que Danny montara en el negro mientras que yo tomaba las riendas de mi caballo y comenzaba a salir despacio de la pequeña cuadra. Al principio, miedosos, hicimos que nuestros caballos caminaran despacio por la espesura sin árboles que nos había recomendado recorrer la mujer, pero en cuanto cogimos confianza comenzamos a trotar.
Era increíble la sensación que producía el aire azotándome con delicadeza el rostro y cómo algunos rayos de sol de la tarde me cegaban de vez en cuando. Cabalgamos aumentando la velocidad durante muchos minutos e incluso tardamos horas hasta que llegamos a un pequeño riachuelo. Danny, sin pensarlo, se metió en él y salió en pocos segundos y esperó a que mi caballo se atreviera a cruzarlo.
Llegamos hasta una zona rocosa donde era imposible entrar así que decidimos que era el momento de dar la vuelta para no tener que cabalgar cuando ya no hubiera luz solar. La mujer llegó en su vieja camioneta a la vez que nosotros y entre los tres dejamos a los caballos resguardados en sus cuadras, con comida nueva, para pasar la noche. La mujer se despidió de nosotros y se perdió de nuestra vista subida en su coche. Nosotros mirábamos desde la puerta como los dos caballos comían sin decir una palabra.
- No me quiero ir de aquí- dije con total sinceridad a Danny. Me gustaba estar con todos y lo pasábamos muy bien pero no podía renunciar a esos momentos a solas con él, me sentía tan especial que no lo cambiaba por nada.
- Nos podemos quedar todo el tiempo que quieras- contestó girando la cabeza para mirarme. Teníamos las manos enlazadas y el apretó su mano contra la mía lo que me hizo sonreír.
- Entonces quedémonos aquí- le pedí acercándome hacia él lentamente. Me besó y después comenzó a agacharse y se tumbó en el suelo.
Me tumbé junto a él, estiró el brazo y me rodeó los hombros, yo apoyé mi cabeza contra su pecho y comenzamos a mirar hacia el cielo. Estaba cambiando de color, de un azul cian a uno oscuro. El sol empezaba a esconderse por el horizonte y empezábamos a quedarnos a oscuras, pero no faltaba mucho para que la luna apareciera junto a las estrellas. Normalmente era el chico el que decía cómo se llaman las estrellas y las constelaciones pero Danny no tenía ni idea y aunque yo no era una experta en la materia intenté enseñarle lo poco que sabía.
- Esa creo que es la Osa Mayor- dije siguiendo el sentido de su dedo- O no... - dudé- bueno no lo sé.
- Da igual, la podemos llamar Brook- contestó, le miré sorprendida y él sonrió.
- Perdona, de los dos, la estrella eres tú, no yo- le espeté con tono de suficiencia.
- Porque tu lo digas...
- Claro, es verdad, perdona. Soy yo la que tiene un grupo de música, la que escribe canciones, la que tiene miles de fans, por mi se mueren miles de chicas...- dije con tono de burla.
- Miles de chicas no lo sé, pero yo me muero por tí- dijo para mi sorpresa. Cerré los ojos de pura emoción y le besé con fuerza. Le quería, le quería muchísimo pero no podía decírselo, sentía que en mi boca esas dos palabras no podían pronunciarse. Es que nunca lo había dicho, porque nunca había querido a nadie como lo quería a él, era más que amor, le necesitaba a mi lado, siempre.
- ¿Qué signo del zodiaco eres?- preguntó.
- Libra- dije muy segura.- Courtney es Piscis, como tú, cumple los años un día antes que tu.
- Ves, estas cosas son las que más raras me parecen- dijo de repente.- Tú lo sabes todo sobre mi y yo... apenas sé nada.
- No soy tan interesante como parece- le aseguré- mi vida es simple y sencilla.
- ¿Qué haces los sábados?- preguntó. En mi cabeza estuve segura de que tenía muchas preguntas por responder.
- Salgo con Ayleen, nos recorremos Oxford Street, vamos a Harrods o nos tumbamos en Hyde Park a ver la vida pasar- expliqué- pero si quieres mi opinión esas no son las mejores tardes.
- ¿Cuáles son las mejores tardes?- preguntó de nuevo con interés.
- Son en las que Ayleen viene a mi casa, o yo voy a la suya y vemos películas románticas de las que estás llorando un buen rato cuando acaban- le confesé con total orgullo.- Recuerdo el día en el que vimos Love Actually, no lloramos pero faltó poco- expliqué- ¿La has visto?
- No- dijo él.
- Y ¿Notting Hill?- volví a preguntar.
- Sí, creo que empecé a verla- admitió.
Adoraba hablar de mis tardes con Ayleen, por supuesto no tenía ni pensado nombrar aquellas tardes en las que ella y yo nos encerrábamos en la habitación, poníamos McFly y hacíamos todas las tonterías que se nos ocurrían, era demasiado ridículo como para confesarlo, además eran tardes secretas que no se cuentan nunca.
A pesar de que la noche había llegado y la temperatura había bajado un poco nosotros permanecíamos abrazados sobre el suelo sin ninguna intención de movernos de allí.
Nos quedamos en silencio y entonces comenzamos a escuchar a los grillos cantar y el silencio de la noche era tan apacible que poco a poco, con la mirada fija en el brillo de las estrellas y sintiendo el ritmo del corazón de Danny, mis ojos comenzaron a cerrarse aunque yo me resistía a ello. Entonces aquella situación me recordó a una de las canciones que más habían influido en mi, decía: " Te veo tumbado a mi lado, con palabras que nunca pensé que dirías, despierto y sin miedo". Comprendí que ya no tenía miedo de nada, de vivir, de caminar, estaba preparada para cualquier cosa, tal y como decía la canción.
Me desperté en la mitad de la noche por culpa de Danny. Al principio pensaba que estaba hablando por teléfono pero cuando escuché lo que decía me di cuenta de que estaba soñando. No decía nada en claro sólo palabras sueltas, algunas entendibles.
- No lo sabe- dijo la primera frase completa- No, no, no lo sabe- repitió como si estuviera hablando con alguien- Ya, se lo voy a decir, Tom- era Tom la persona con la que estaba soñando, sonreí y dejé que siguiera durmiendo.
Intentando descifrar lo que Danny le decía a Tom en sueños me volví a quedar dormida hasta que llegó la mañana. Danny estaba despierto mirando hacia el cielo como la noche anterior. Le besé al despertarme y después me desperecé. En ese momento me di cuenta de que mis prioridades habían cambiado, si hubiera tenido que hacer una lista sobre prioridades y numerarlas, nuestra relación habría ocupado el primer puesto. Sonreí satisfecha y volví a besarle.
Volvimos al hotel pronto, pues ya empezábamos a tener hambre. Cuando subí a la habitación Blake saltó de la cama para preguntarme sobre lo que habíamos hecho durante la noche, ella tenía ideas que no se parecían en nada a lo que yo la había contado pero cuando acabé estaba feliz, como si hubiera dicho lo que ella quería oír.
- Entonces ahora me toca a mí- dijo haciendo que yo no comprendiera- Dentro de poco Dougie caerá.
- ¿Cómo que caerá?- pregunté y después me sentí tonta.
- Pues que dentro de poco estará loco por mí- dijo muy segura de si misma. Me reí a carcajadas y después intenté asimilar la información.
"Así que Blake ha estado detrás de Doug y yo ni me he fijado" pensé en mi cabeza. Prometí fijarme en ellos dos cuando bajásemos al comedor y después hablaría con Danny si veía que Blake tenía alguna posibilidad. Era increíble verla flirtear con Dougie, se movía varias veces el pelo, pestañeaba dulcemente e incluso lanzaba sonrisas discretas en su dirección, pero Doguie parecía que no se enteraba de nada. Lo cierto es que sólo me había dado cuenta cuando ella me lo había dicho así que el resto no tenían por qué estar enterados, aunque parecía que a Blake eso no la importaba demasiado, ella seguía con sus tácticas de ligue y el pobre Doug ni siquiera se daba cuenta.
A media mañana comenzó a llover con intensidad, más fuerte que todas las veces anteriores. A la hora de la comida un espeso manto de lluvia cubría todo y nos hizo quedarnos en el hotel el día entero y no se nos ocurría nada para hacer, pero en un segundo se me ocurrió el plan perfecto para Danny y para mí.
Corrí hasta la habitación de Tom para pedirle ayuda, necesitaba un ordenador portátil y aunque el no tenía, Harry me prestó el suyo. Lo llevé hasta mi habitación, bajé las persianas y cerré las cortinas. Coloqué el portátil en la mesa supliendo a la televisión que había guardado en el armario y con las pocas velas que Tom y yo habíamos conseguido iluminé la habitación. Tom fue a buscar a Danny mientras yo buscaba Love Actually en internet, quería que conociera cómo era mi vida, porque ahora él era una parte de ella.
-          Espero que no pienses que es un aburrimiento- le confesé cuando empezaba la película.
-          Si me aburre, me duermo- bromeó y yo le di un leve codazo.

“Siempre que me siento pesimista por cómo está el mundo pienso en la puerta de llegadas del aeropuerto de Heathrow. La opinión general da a entender que vivimos en un mundo de odio y egoísmo pero yo no lo entiendo así, a mi me parece que el amor está en todas partes. A menudo no es especialmente decoroso ni tiene interés periodístico pero siempre está ahí, padres e hijos, madres e hijas, maridos y esposas, novios, novias, viejos amigos. Cuando los aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas que yo sepa ninguna de las llamadas telefónicas de los que estaban a bordo fue de odio y venganza, todas fueron mensajes de amor…”
Mi mente comenzó a divagar por la película imaginando todos esos reencuentros en el aeropuerto y me imaginé allí, esa misma Navidad que llegaría en unos meses, esperando con impaciencia y que apareciera Danny, cargado con su maleta, que esquivara a todo el mundo y corriera para abrazarme. Un leve tosido de Danny me despistó y volví a centrarme en la película. Deseaba que le gustara tanto como me gustaba a mí.
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Para compensar los días en los que no he subido ningún capítulo hoy subo dos. Espero que os guste este capítulo, porque a mi me ha encantado escribirlo, no sé exactamente por qué. Tengo que deciros que si no habéis visto Love Actually tenéis que verla, yo he aprovechado este capítulo para volver a verla. La canción a la que me refiero es Famous Last Words de My Chemical Romance, por si alguien se lo pregunta, una de las mejores canciones que he escuchado. Bueno y para terminar tengo que darle las gracias a todas las personas que leen mi fic, esas 12 personas que me siguen en el blog, no son muchas pero GRACIAS :) Y por supuesto especial mención a mis chicas de twitter que leen siempre mis capítulos hablo de: la mejor publicista Didii PuddLessSimplicity, PauliiGarciia y a mi niña Patri, niña quedan 13 días para conocernos y darte un buen achuchón. Os quiero mucho chicas :)

Capítulo 13. Puedes contar conmigo.

No podía separarme de Courtney, llevábamos cerca de una semana separadas y ya era como si llevásemos un mes sin vernos. La quería demasiado, más de lo que yo me imaginaba, y la necesitaba constantemente a mi lado. Tal y como le había explicado a Tom ella me había cuidado durante los dos últimos años, desde que mis padres habían decidido irse a vivir su vida de viaje en viaje.
-Papá y mamá vinieron a Londres hace unos días- me informó después de hablar con todo detalle sobre lo que había sucedido entre Danny y yo.
-Genial… - dije con tono amargo. Cada vez que empezaba a hablar sobre ello me enfadaba más y más, era un tema sobre el que no quería hablar.
Así que fue un alivio cuando por fin volví a ver a Danny a la hora de comer. Me abrazó durante unos segundos y de nuevo me sentí bien. Comimos todos juntos como cada día pero la mesa había incrementado en unas cuantas personas. Blake me había presentado a su mejor amiga Alice, que era exactamente igual que ella. Y aunque yo quería cerrar el tema de mis padres parecía que ellos preferían tenerlo presente en todo momento. Danny me separó del grupo cogiéndome de las muñecas y llevándome por pasillos desconocidos del hotel.
-Me ha dicho Courtney que te has enfadado- dijo mientras se apoyaba sobre la pared, me acerqué a él lo máximo que pude con intención de besarle.
-No me he enfadado…- mentí con tono de broma.
-¿Por qué no quieres hablar nunca con tus padres?- preguntó directamente. Agarrados de la mano nos sentamos en el suelo del pasillo, apoyé la cabeza en su hombro y suspiré.
-Me siento… traicionada-intenté explicar- me jode saber…
-No digas palabrotas- me regañó y consiguió sacarme una sonrisa.
-Saber que ya no van a estar en el aeropuerto cuando vuelva de viaje de fin de curso, no estuvieron en mi graduación, ni siquiera saben que me gustas…- me quejé.
-Entiendo que sea duro para ti... pero no puedes les evitar toda la vida, algún día tendrás que plantarles cara y decirle todo lo que te duele de ellos- me advirtió- y en cuanto a eso último… yo sé que te gusto, con eso basta, créeme.
Si la vida era tan sencilla como a mi me parecía que era en ese momento me hubiera quedado allí todo el tiempo que fuera necesario para sentirme tan bien como me sentía pues su cuerpo era el mayor de mis refugios, era todo lo que necesitaba.
-Sabes que puedes contar conmigo- dijo con sinceridad y después me dio y pequeño beso en los labios.
-Lo sé y no sé cómo he podido estar toda mi vida sin ti- condesé y a continuación le besé con toda la fuerza que pude.
El primer fin de semana allí pasó muy rápido con los nuevos visitantes. En la tarde del sábado les enseñamos los alrededores del jardín. Caminamos durante horas por los jardines que estaban en la parte posterior del hotel, nos sentamos durante unos minutos en la fuente que estaba en el centro de un pequeño laberinto formado por setos más altos que nosotros y perfectamente podados. Después nos dirigimos hasta una casa de cabaña que tenía una pequeña cuadra con dos caballos, uno de color negro y el otro completamente blanco. Estuvimos con la dueña de los caballos que había llegado un poco antes que nosotros para ver a sus caballos y la ayudamos a cepillarlos.
Me encantaba aquella sensación en las manos mientras pasaba el cepillo por la piel del caballo negro, cuyo nombre desconocía, mientras que Blake peinaba la crin del caballo. Tom hablaba atentamente con la mujer y Danny, Dougie y Harry hacían tonterías alejados de los caballos.
Después de aquella visita caminamos hacia los jardines del hotel que estaban bastante retirados de las cuadras donde habíamos estado. Fuera ya empezaba a bajar la temperatura y Danny me dejó la chaqueta que se había llevado debajo de su camiseta de manga corta.
Courtney y yo anduvimos juntas junto a Blake y Alice. El camino de regreso al hotel se hizo más largo y fue un alivio poder descansar en los sillones del vestíbulo, pero el descanso no duró demasiado pues tuvimos que subir a cenar antes de que cerraran el restaurante hasta la mañana siguiente. Estaba muerta de hambre así que repetí el segundo plato y comí rápidamente como si se me fuera la vida en ello, así que no fue de extrañar que pasara el resto de la noche con pesadez de estómago.
Desde que terminamos de cenar hasta que nos fuimos a la cama permanecimos en la sala de juegos de la planta cero del hotel. Dougie y Harry estuvieron jugando a carreras de coches como dos niños pequeños, Danny se animó con el baile y competimos en la máquina de bailar y aunque era una completa inútil para esas cosas conseguí ganarle. Y para terminar acabamos sentados en el suelo y sobre los juegos hablando de cualquier cosa.
No quería dormir y perder tiempo, era algo que llevaba pensando durante toda la mañana, pero saber que Courtney se iba a ir por la tarde me hacía pensar que dormir era una auténtica tontería así que permanecía en la cama con mi hermana, ella dormida y yo con los ojos muy abiertos mirando hacia el techo. Necesitaba a alguien con quien hablar y pasar la noche, primero, por supuesto, pensé en Danny, pero él estaría dormido y no quería molestarle. Me imaginé su rostro dormido sobre la almohada, con esa cara tonta tan adorable que tenía, me imaginé tumbarme a su lado, que me pasara un brazo por la cintura y poder dormir los dos juntos, pero todo eran imaginaciones y de ese modo conseguí olvidarme de mi preocupación por el tiempo y me quedé tan profundamente dormida como Courtney.
El día siguiente amaneció despejado, pero algunas nubes completamente blancas amenazaban con tapar por momentos al sol. Nos levantamos cansados y se notó el gran sueño que había en general en el desayuno. Danny no podía ni abrir los ojos así que sólo me besó en los labios y después siguió sirviéndose la comida. Aquella era la última mañana para estar con Courtney y la quería aprovechar bien. Los chicos propusieron pasar el día allí y después esperar a que el coche que las llevaría al aeropuerto llegara.
Por mucho que yo quisiera ese momento llegó y me sentí triste por tener que separarme de Courtney. Me aseguré de que ella le dijera todo lo que tenía dentro a los chicos y después nos despedimos, la abracé con todas mis fuerzas y después la dejé que se montara en el coche asegurándola que estaría bien. “Genial, aquí estoy mejor que en ningún lugar en el mundo” pensé. Esto sucedió al empezar la tarde así que Danny aprovechó para darme una sorpresa de última hora.
-Danny, ¿a dónde vamos?- pregunté mientras bajábamos al aparcamiento. Él había contratado un Jeep en la recepción del hotel.
-Es una sorpresa- dijo mientras me conducía hasta el coche.
-Tú y tus sorpresas…- dije con tono frustrado.
-Dime que no te gustan mis sorpresas- me pidió riendo.- Tardaremos poco- aseguró.
-Eso espero…
El camino que hicimos con el coche era el mismo que el que habíamos hecho la noche anterior cuando íbamos caminando. En el fondo prefería no pensar cuál era la sorpresa pero no podía impedirme dejar de pensar en ello. Cuando llegamos, reconocí el lugar de inmediato, eran las cuadras del día anterior y no podía creerme que me hubiera llevado allí.
-Espero que te guste montar a caballo- dijo mientras bajábamos del coche.
-Claro que me gusta- respondí feliz cerrando la puerta del Jeep.