lunes, 23 de mayo de 2011

Capítulo 20. Mentiras, mentiras, mentiras.

Durante el tiempo en el que estuve abrazada por sus brazos recordé en mi cabeza todos los momentos que había vivido en su compañía. Todo comenzaba aquella noche en la que yo, torpemente, me caía en el barro y él era el único que acudía a ayudarme y al final acababa besándome. ¿Cómo iba a imaginarme yo, aquella noche en mi habitación en Londres, que después de unos días, Danny Jones iba a besarme y al final iba a vivir una bonita historia de amor? Todavía no me lo creía, así que era del todo surrealista.
Él me acercó más hacia su cuerpo y yo reposé mi cabeza sobre su pecho mientras que nos movíamos al ritmo de la música lenta. No podía imaginarme cómo iba a ser estar unas cuantas horas sin saber que al otro lado de la puerta, del pasillo o de la cama iba a estar él, con su encantadora sonrisa esperando a que yo dijera algo. Le iba a echar tanto de menos que el corazón, en respuesta a mis sentimientos y preocupaciones, comenzó a latir más fuerte a pesar de que no estaba haciendo ninguna actividad física importante. Supongo que él tampoco quería que Danny se fuera. 
- Te echaré de menos- le dije con total sinceridad.
- ¿Crees que yo a ti no?- preguntó a modo de respuesta. 
- Supongo que sí...- razoné y me puse colorada.
Sabiendo que Danny me iba a echar de menos tanto como yo a él me quedé más tranquila sin demasiado miedo del futuro. Sabía que no sólo era la separación de Danny, tampoco iba a poder encontrar a Tom en la azotea en las noches en las que no podía dormir, ni ver a Dougie mirando vergonzosamente a Blake y dejaría de reírme a todas horas de las tonterías de Harry. Tampoco iba a dormir escuchando la respiración de Blake, no iba a escuchar todas las mañanas las conversaciones de las de al lado y puede que fuera la última vez que las viera en mucho tiempo o incluso en toda mi vida. Me abracé un poco más a Danny angustiada por la inminente separación.
Unas horas después del último desayuno juntos llegamos al aeropuerto a donde todas habíamos llegado desde nuestras respectivas ciudades. Como buen día de verano estaba lleno de turistas que llegaban o se iban de viaje. Para Blake y para mí, que volvíamos a Londres con los chicos fue más fácil encontrar nuestra taquilla de facturación que las del resto. Dejamos que las maletas se marcharan de camino al avión y todos nos reunimos para entrar juntos al interior de la zona de embarque. Estuvimos sentados hablando sobre los momentos vividos en el viaje e intercambiando números de teléfono y direcciones de correo para poder estar en contacto.
Pero la hora de irnos llegó y con ella la tristeza. Todos nos abrazamos unos a otros excepto los que íbamos a Londres. Acompañamos a cada una de las chicas a sus puertas de embarque y esperamos a que nuestra puerta de embarque se abriera, sentados en los bancos frente a ella.
- Ven, quiero un nuevo fondo de pantalla para el móvil- dijo Danny. Me pasó el brazo por los hombros, me apretó contra él y puso al revés el móvil para hacernos una foto.
En la fotografía aparecíamos sonrientes, sus ojos azules brillaban y mostrábamos felicidad por todos lados aunque en mi cabeza sólo había tristeza. Antes de entrar en el avión Tom llamó a Giovanna para que fuera a buscarle al aeropuerto así que me puse algo más contenta al saber que la iba a conocer. El viaje duró menos de una hora así que en poco tiempo ya estábamos esperando a que salieran nuestras maletas por las cintas transportadoras del equipaje. Me latía muy fuerte el corazón, sabiendo que mi hermana me estaba esperando al otro lado de la sala. Cogí mi maleta con ayuda de Harry y esperé a que llegaran el resto de las maletas y salir todos juntos por la puerta de llegadas. Fuera, al contrario de lo que yo pensaba, no sólo estaban nuestros familiares sino que también había un grupo de chicas, fans que se habían enterado de la llegada de los chicos a Londres. En cuanto las puertas se abrieron los flashes comenzaron a cegarme los ojos pero Danny, aunque yo pensara lo contrario, no me soltó de la mano y saludó feliz a sus fans.
Entre la multitud divisé a Courtney que me buscaba con la mirada. Solté la mano de Danny y esquivando a la gente llegué hasta mi hermana, tiré la maleta al suelo y la abracé con fuerza ignorando quien estaba detrás de ella. Sabía que muchas chicas estaban pendientes de mí, preguntándose quién es esa para ir de la mano con Danny pero también las ignoraba, me sentía tan bien con mi hermana a mi lado de nuevo. Cuando nos soltamos ella me cogió de las manos como si me estuviera preparando para algo.
- Mira quién ha venido a vernos- dijo ella a modo de presentación, se apartó un poco y pude ver a mis padres expectantes detrás de ella. Primero no me hizo demasiada gracia verles, después giré la cabeza y me encontré con la mirada de Danny que me prestaba atención mientras firmaba autógrafos.
- ¡Hola!- les dije intentando poner un poco de emoción a la palabra y dibujé una sonrisa algo falsa. Ellos me abrazaron aunque yo no mostré demasiado interés en el abrazo. Cuando me separé de ellos Danny ya estaba a mi lado saludando educadamente a mi padre.
Todos nos quedamos en silencio y el ambiente comenzó a tensarse. ¿Qué se suponía que tenía que decir? ¡Oh, cuanto me alegro de veros! o ¡os echaba tanto de menos! No iba a mentir, no estaba en mis planes. Mi padre cogió la maleta y comenzaron a caminar hacia la salida para llevarla al coche y darme tiempo para despedirme. Estuve mucho tiempo en los brazos de Harry, Dougie y Tom, el cual me presentó a la dulce y agradable Giovanna que había ido a buscarle. Pero mi felicidad no duró demasiado pues llegó el momento de despedirme de Danny, primero me abrazó durante un rato y después me besó delante de todas sus fans, que le querían tanto como yo, y lo sabía, sin importarle los flashes de las cámaras, los gritos o el resto del mundo. Por eso le amaba, por ser cómo era.

Mi padre charlaba con mi madre en el asiento derecho conduciendo hacia el centro de Londres y mi hermana miraba alegremente por la ventana algo distraída y yo, con los cascos puestos, estaba acurrucada en mi asiento deseando evaporarme. Siempre había alguien que ahogaba las fiestas, pues en aquel coche era yo, pero es que alguien tenía que darle realismo a la historia. Entendía que mi hermana quisiera sentir como si toda la familia estuviera junta de nuevo, ella era como una madre para mí y yo sabía cuánto la dolía el que estuviéramos las dos solas viviendo en su casa pero no podía fingir que todo estaba bien cuando no había nada que estuviera bien.
Si Danny hubiera estado por allí cerca me hubiera abrazado y durante unos minutos me hubiera hecho sentir bien pero hasta dentro de dos días no volvería a estar a su lado, lo cual me parecía tremendamente cruel para mi corazón. Y ni siquiera me sentía algo mejor en mi habitación, aquel lugar que en el que siempre tenía un lugar en el que sentirme bien pasara lo que pasara, mi refugio, mi cómoda cama con un dosel de color pastel, mis muebles de color blanco, mi colección de zapatos y bolsos, mi pequeño sillón debajo de la ventana con vistas hacia King’s Cross.
Todo seguía como los planes establecidos en el coche de vuelta a Londres. Me duché rápido y me vestí un poco arreglada, aunque yo quería quedarme tumbada en la cama esperando impacientemente a que Danny llamara. Salimos de casa pero no conseguimos salir a la calle. Había una gran cantidad de personas en la puerta y, yo no lo creía, pero me buscaban a mí. Eran chicas de mi edad, un poco más pequeñas o más mayores y muchas cámaras de fotos. Respiré e intenté salir a la calle para pedir explicaciones.
- ¡Es ella!- gritó una de las chicas y los flashes comenzaron a impactar contra mis ojos.
- Chicas…- intenté decir pero nadie me hacía caso, estaba rodeada de gente y  nadie me tenía en cuenta, sentí tanta frustración que tenía ganas de llorar.
Pero en lugar de llorar salí como pude de allí y seguida por mi familia caminamos hacia el restaurante. Ellas comprendieron que yo no tenía humor para hacerme fotos y se fueron en seguida. ¿Estaba el mundo loco? ¿Qué se suponía que había hecho yo en la vida para tener “fans”? Necesitaba una buena sesión de desahogo con Ayleen, pero de momento me tocaba soportar a mi familia que no hizo nada más que fingir durante la noche.
- ¿Qué tal con el chico ese?- preguntó mi padre. Levanté lentamente la mirada del plato y le miré atónita durante unos segundos, esa era la gota que había colmado el vaso.
- ¿El chico ese?- dije enfureciéndome- El chico ese es la persona más importante de mi vida, por encima de todos vosotros, me ha demostrado que le importo, no como vosotros…- dije refiriéndome a mi madre y a él, contra Courtney no tenía nada que decir.
- ¡No!- exclamó él- A nosotros nos importas…
- ¡Mentiras!- dije mientras me levantaba- Mentiras- repetí- Mentiras.
Salí del restaurante como un huracán y corrí por las calles buscando un lugar donde esconderme sin que nadie pudiera encontrarme. Después de recorrer algunas calles me senté en un banco y miré con atención a la pantalla del móvil esperando a que Danny llamara de un momento a otro, no tenía pensado contarle nada pero cuando escuché su voz al otro lado del móvil me derrumbé y empecé a llorar así que me obligó a contarle todo lo que había sucedido.
- Tienes que relajarte y dejar de pensar en ello- me recomendó- piensa en que queda menos para estar juntos…
Sí, tenía razón pero las cosas no eran tan sencillas, no era tan sencillo volver a casa, con un poco de frío en el cuerpo y ver como todos hacían que nada había ocurrido. Entonces, antes de quedarme dormida hice una última llamada.
- Ayleen, soy yo, Brook, ya he vuelto. Necesito verte. Te quiero- dejé el mensaje en el contestador y fui a dormir.
COMENTAD :)

lunes, 16 de mayo de 2011

Capítulo 19. La distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo.

Antes de nada quiero decir que lo siento de nuevo por la tardanza pero ahora no creo que actualice demasiado, estoy con exámenes ya y me van a comer todo el tiempo, así que supongo que subiré poco a poco. Bueno quería pediros que me hace mucha ilusión que me dejéis comentarios y que me sigáis aquí en blogger así que si te gusta mi fic ya sabes lo que tienes que hacer ;) Gracias siempre por leer y aguantar mis locuras :) xoxo.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Recorrimos de arriba a abajo la casa y no encontramos nada que indicara que alguien podía estar viviendo allí. No había muebles, alimentos o marcas de actividad. Era simplemente una vieja casa abandonada y la luz que habíamos visto seguramente había sido una ilusión óptica.
- Vámonos que aquí no hay nada- les pedí a Danny y Tom que estaban a mi lado.
- Sí, vamos- coincidió Tom.
Cuando fuimos a salir de la habitación la puerta se cerró. La ventana había estado cerrada pero ahora una pequeña rendija estaba abierta y entraba el aire del exterior. Solté un grito ahogado y le cogí con fuerza del brazo a Danny. Tom corrió hasta la puerta para abrirla, cuando lo hizo todos estaban al otro lado expectantes. Antes de que pudiéramos hablar Danny tuvo un escalofrío, le miré y él tenía una expresión de horror.
- ¿No lo habéis sentido?- preguntó él extrañado.
- ¿Sentir el qué?- le pregunté.
- No sé... vámonos- dijo él haciendo como que no había pasado nada.
Salimos casi corriendo de la casa y Harry cerró la puerta principal antes de comenzar a caminar hacia las tiendas de campaña que habíamos dejado iluminadas con algunas linternas. Cuando llegamos, ya no teníamos ganas para más aventuras, así que nos metimos en nuestros sacos de dormir dispuestos a descansar, pero cuando se nos pasó el susto comenzamos a charlar y las horas empezaron a trascurrir sin que nosotros nos durmiésemos.
- ¿Os acordáis del día en el que echamos pimienta, sal y azúcar en la comida de Danny y él ni siquiera se daba cuenta?- preguntó Harry entre risas.
- ¡Qué graciosos!- dijo Danny entre risas.
- Se lo comió sin inmutarse- intervino Tom mientras intentaba no reírse.
- Disimulaba- dijo Danny para defenderse.
Yo me acurruqué contra el pecho de Danny y él me rodeó con su brazo por la cintura y me atrajo hacia él. Respiraba de su aroma y de vez en cuando le besaba.
- ¡Iros  a un hotel!- gritaba Dougie cada vez que escuchaba cómo nos besábamos.- ¡Qué guarros, por dios!- le dijo escandalizado a Blake. Ella comenzó a reírse a carcajadas.
- Deberíamos dormirnos- pensó Tom en voz alta- Aunque algunos ya lo han hecho.
Todos nos quedamos en silencio y escuchamos la respiración regular de Harry que había sido el primero en dormirse. Eran las tres de la madrugada y quedaban tres horas para despertarnos cuando comenzamos a quedarnos todos dormidos. A pesar de que estaba en una tienda de campaña, muerta de calor y con la espalda casi contra el suelo, aquella noche dormí muy bien en los brazos de Danny.
Amaneció antes que cualquier día normal y con los primeros rayos de sol nos despertamos poco a poco. Recogimos entre todos las tiendas de campaña, que era mucho más fácil que montarlas, enrollamos los sacos de dormir e hicimos cada uno nuestras mochilas. El viaje de vuelta al hotel fue más corto que el ida y llegamos un poco antes de la comida. Teníamos un hambre espantoso así que arrasamos con todo lo que encontramos en el restaurante.
Hasta ese momento no me había dado cuenta pero era el último día que estábamos allí, todos juntos, dentro de unas horas dejaríamos de estar día y noche hablando y riéndonos. Sí, nos íbamos de gira con los chicos, pero sólo Blake y yo, pues el resto tenía que volver a sus países de procedencia y sus padres no habían dejado que se quedaran. Así que suponía que tenía que aprovechar al máximo ese día.
- Como esta noche es la última que tenemos juntos- comenzó a decir Tom- hemos pensado hacer algo diferente y especial- explicó- Así que tenéis que poneros vuestras mejores galas porque esta noche tenemos cena de gala y baile.
Todas exclamamos asombradas y contentas. Sería una buena forma de despedirnos. No me imaginaba cómo iba a ser ahora mi vida, sin Danny día y noche a mi lado, haciéndome feliz, pero suponía que algo nuevo iba a empezar.
En cuanto terminamos de comer Blake me agarró del brazo y me llevó a la habitación para elegir algo qué ponernos. Me preguntaba en qué estaba pensando ella cuando hizo la maleta para ir al viaje porque a mi no se me había ocurrido meter ropa de gala o de fiesta como ella. Tenía preparado miles de faldas, vestidos, camisas, camisetas y muchos zapatos de tacón.
- Elige el que tú quieras- dijo Blake.
Yo comencé a mirar algo avergonzada la ropa que ella llevaba. Había en especial un vestido que me gustó por encima de los demás. Era azul cian y era liso pero bastante bonito, tenía un lazo que lo rodeaba de color blanco debajo del pecho y vi que Blake tenía unos zapatos a juego, un poco altos para mí, pero muy bonito.
- ¿Qué te parece?- la pregunté con el conjunto en la mano.
- Perfecto.
Yo la sonreí y lo puse sobre mi cama. Después de elegir la ropa teníamos que empezar a hacer la maleta y vaciar la maleta para no tener que recoger nada al día siguiente por la mañana, salíamos al aeropuerto después de desayunar. Me ponía muy triste tener que hacer ya las maletas, parecía que fue ayer cuando llegamos a aquel hotel, cuando conocí a los chicos y a todas las chicas. Me daba mucha pena dejar aquel lugar pero tenía ganas de saber cómo iba a ser mi vida a partir de ese momento. No me veía yendo a fiestas con Danny, caminando con él por la calle o verle esperándome a la salida de clase. Era todo demasiado nuevo y extraño para mí.
Me puse los cascos y encendí el ipod cuando Blake se fue de la habitación para ver a Dougie. Comencé a escuchar Dani California de Red Hot Chilli Peppers, me tumbé en la cama y con su música comencé a llorar. Tenía mucho miedo, intentaba negarlo en mi interior pero en realidad tenía mucho miedo porque no sabía lo que iba a suceder en el futuro y me ponía muy nerviosa.
Cuando Blake volvió a entrar en la habitación me sequé las lágrimas y fingí que no pasaba nada. Ella fue la primera en ducharse mientras que yo seguía escuchando música, esta vez comencé a escuchar The End y aunque estuviera algo deprimida me apetecía escuchar canciones que dijeran cómo me sentía. "Todo el mundo conoce el final, cuando la cortina toca el suelo..." Todo el mundo conoce el final, todo el mundo conoce el final... esas palabras rondaban sin cesar en mi cabeza, incluso cuando estaba metida en la ducha escuchando como caía el agua sobre mi cuerpo seguía pensando en si aquello era el final.
Blake me ayudó a plancharme el pelo y maquillarme un poco y después ella se encerró en el baño para arreglarse mientras que yo me quedaba sentada sobre la cama, vestida y sin poder hacer nada. Tenía ganas de perder todo mi tiempo con Danny pero seguramente él estaba preparándose para la cena.
Antes de cenar llegó a mi habitación me ofreció su brazo y agarrados bajamos al comedor. La zona de la terraza había sido reservada sólo para nosotros. Todos íbamos muy elegantes y fue un buen momento para realizar algunas fotos. Primero todas las chicas juntas, después los cuatro juntos y al final hicimos una foto en la que salíamos todos.
Comenzamos a cenar y en mitad de la cena Natt se aclaró la voz y se levantó.
- Bueno... yo, os he escrito algo- comenzó a decir, todos pusimos interés en sus palabras- Antes de venir aquí- comenzó a leer- McFly, para nosotras, era nuestro grupo de música preferido, eran todo lo que podíamos soñar, eran nuestros ídolos, alguien a quien adorar, un modelo a seguir y gracias a eso hoy estamos aquí. Nada de eso a cambiado porque yo sigo pensando que de mayor quiero ser como Tom- todos nos reímos- sigo pensando que Danny tiene la sonrisa más bonita del mundo- él sonrió- que Dougie es increíblemente adorable- Danny despeinó- y que Harry es la persona más divertida que nunca he conocido. Pero estos días me he dado cuenta de que McFly es algo más que un grupo de música, todo el que está metido dentro del mundo de McFly sabe lo que significa ese nombre. A nosotras no nos importa la distancia, no nos importa que no nos veáis cada día, no nos importa que tengáis novias o no... Nosotras estamos aquí para escuchar vuestra música, para apoyaros en todo lo que necesitéis, aunque algunas estemos un poco lejos...- levantó la vista del papel y sonrió- En definitiva, que estos días han sido los mejores de mi vida y nunca podré olvidarlos. Así que espero que siempre que necesitéis algo de ayuda... nosotras estaremos ahí. Ya sabéis lo que dicen... La distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo.
Me había quedado con la boca abierta, cómo una persona había podido escribir lo que yo sentía en mi interior sin ni siquiera meterse en mi cabeza. No me  había dado cuenta pero algunas lágrimas habían anegado mis ojos y no me permitían ver demasiado bien. Mantuve la mirada fija en el plato para que nadie se diera cuenta y después fingí que todo iba bien.
- ¿Te ocurre algo?- me susurró Danny al oído.
- No... Nada- mentí intentando sonar convincentemente. "¿Qué si me pasa algo?" pensé en mi cabeza "que te amo, que no puedo vivir sin ti y no quiero que esto se acabe." Él sonrió y seguimos cenando ignorando a mis propios sentimientos.

jueves, 12 de mayo de 2011

Capítulo 18. Historias de miedo.

Antes de empezar. En este capítulo hay una "historia de miedo", no da miedo, no soy buena con esas cosas, así que no esperéis demasiado, lo siento. Espero que os guste el capítulo en general y DEJADME COMENTARIOS POR FAVOR :) Bueno gracias por leer. xoxo
----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Cada uno llevaba una mochila con algunas cosas que íbamos a necesitar como comida, ropa o los sacos de dormir que íbamos a utilizar por la noche. Harry llevaba una de las tiendas de campaña y Doug llevaba la otra, Danny cargaba con un pequeño botiquín para las emergencias y Tom era el encargado del mapa y de dirigir al grupo. Blake y yo le ayudábamos, ella llevaba un comunicador, del tamaño de un móvil que nos permitiría conectar con el hotel en cualquier momento y yo me encargaba de la brújula, aunque no la íbamos  a utilizar demasiado.
Comenzamos el camino desde el hotel hasta el lugar donde comeríamos y descansaríamos para después seguir caminando hasta el lugar donde íbamos a acampar. Todo estaba lleno de altos árboles frondosos y pequeños riachuelos que llegaban desde las raíces de unos hasta las de otros. Encontramos algunas ardillas saltando por las ramas, ranas en una pequeña charca que estaba a punto de secarse y miles de insectos que volaban a nuestro alrededor constantemente.
Danny me alcanzó con facilidad y me cogió de la mano. Fue un viaje largo pero apenas se notaba que pasaran las horas. Danny se dedicó, con Dougie y Harry a hacer sonidos de animales y parecía que los tres se lo pasaban bastante bien haciendo eso. Todas nos reíamos de sus tonterías y Tom intentaba mantener la seriedad buscando el camino correcto pero al final la tontería de los otros tres ganaba a su sensatez. En tres ocasiones tuvimos que llamar al hotel para que nos indicaran el camino hacia la explanada donde íbamos a comer.
Era un claro en mitad del bosque, que hacía frontera con un pequeño río que bajaba entre las rocas. Extendimos un gran mantel en el suelo y comenzamos a sacar la comida. Las hormigas se vieron atraídas por nuestros alimentos y Blake y yo acabamos corriendo espantadas por estos minúsculos animales mientras que escuchábamos como Danny se moría de la risa y nosotras sentíamos como si tuviésemos bichos por el cuerpo, lo que era bastante desagradable.
Retomamos el viaje después de descansar tirados en el mantel. Natt y Byron se durmieron mientras que nosotros hablábamos sobre chorradas. El resto de las chicas ya se habían enterado de la noticia de ir con ellos a algunos conciertos así que comenzamos a planear lo que íbamos a hacer en cada ciudad.
- ¿Vamos a París?- pregunté a Tom.
- Sí, es el segundo concierto- Contestó él.
- Entonces quiero subir a la Torre Eiffel- Les pedí.
Estábamos tan emocionados por los viajes que apenas nos dimos cuenta de que teníamos que salir de nuevo hacia el camino a la siguiente parada, que sería en unas cuantas horas. La tarde se iba oscureciendo poco a poco mientras que nosotros caminábamos tranquilamente siguiendo a Tom que hablaba con Byron sobre la orientación que debíamos tomar.
Veía ilusionada como Blake buscaba con la mirada a Doug y de repente se esperaban el uno al otro, se daban la mano y se daban un pequeño beso. Yo miraba a Danny con ojos ilusionados  y veía cómo él distraídamente se reía por cualquier cosa que dijera a Harry, como hablaba para decir alguna de sus tonterías o cualquier cosa que él creía interesante, el modo en el que me apretaba la mano o pasaba cariñosamente su pulgar por mi piel. Me hacía sentir completamente feliz. Le quería con todas mis fuerzas, estaba completamente segura.
Llegamos a la zona donde estaba permitido acampar cuando el sol estaba empezando a ocultarse así que comenzamos a montar las tiendas antes de que la luz natural se fuera. Todo fue un desastre, ninguno tenía ni idea de cómo montar una tienda de campaña. Algunos comenzamos a juntar varas que eran la sujeción de la tela. Danny y Harry comenzaron a leer las instrucciones mientras Tom y Dougie se peleaban con dos varas como si fueran dos yedis de La Guerra de las Galaxias.
Al final conseguimos meter las varas que habíamos ido juntando por los huecos en las telas y aunque no eran unas tiendas demasiado bien montadas podríamos dormir allí.
- Juntamos así las tiendas- dijo Danny poniendo las puertas de cada una enfrentadas y completamente juntas.
- Muy bien Danny, cariño- le felicité sarcásticamente- ¿Y por dónde entramos?
- Es verdad...- contestó él poniendo cara interesante. Doug comenzó a reírse a carcajadas y entre los dos separaron un poco la segunda tienda.
Blake y yo entramos en una de las tiendas y vimos que era bastante grande. En la mitad podíamos poner una tela para hacer como dos compartimentos, pero decidimos que era mejor y más divertido dormir allí todos juntos y comenzamos a poner los sacos de dormir. No queríamos que nadie se quedara fuera así que decidimos que algunos teníamos que dormir juntos para que todos pudiésemos entrar. En la segunda tienda guardamos todas las mochilas y la comida que habíamos traído.
- ¿Dormirás conmigo?- me preguntó Danny cuando conseguimos separarnos un poco del resto. Me acercó a él, pasando sus manos por mi cintura y apretándome contra él. Le cogí de la barbilla y le besé dulcemente.
- ¿Contigo?- volví a preguntar. Él asintió- Claro...- contesté sonriendo y volviéndole a besar.
La noche calló y sacamos las linternas para tener algo de luz. Cenamos la comida que teníamos preparada y nos sentamos al lado de las tiendas a charlar un rato mientras veíamos como el cielo se oscurecía más y más.
- ¿Contamos historias de miedo?- preguntó Blake entusiasmada.
- ¡Sí, sí!- exclamó feliz Harry- Empiezo yo...
Antes de empezar a hablar se aclaró la voz y algunos soltamos risitas nerviosas. Danny pasó un brazo por mis hombros y apoyé la cabeza sobre su hombro.
- Hace muchos años...- comenzó a contar.
- ¿Cuántos años?- interrumpió a posta Dougie.
- ¡Calla!- le pidió Harry- Hace muchos años, bueno no sé cuantos exactamente, a mi me lo contó un amigo cuando íbamos al instituto-  empezó a explicar- había un chico...
- ¿Cómo se llamaba?- volvió a interrumpir Dougie.
- ¡No te lo digo otra vez, cállate!- bromeó Harry- Se llamaba Dougie, sí... eso es... se llamaba Dougie. El tío estaba siempre solo, nadie se quería juntar con él...
- ¿Está basado en hechos reales?- preguntó Dougie de nuevo.
- Pues parece ser que sí- contestó Harry, esta vez serio- Bueno vivían cerca de Newcastle, donde estuvimos aquel día- aclaró, algunos asentimos- bueno pues dicen que sus padres y él se trasladaron a una casa perdida en el campo y que el chico comenzó a volverse loco, el pobre... decía que escuchaba como alguien le llamaba a todas horas...
- Dougie, Dougie...- comenzó a susurrar de fondo Tom. Todos nos reímos.
- Se encerraba en su habitación y observaba el exterior de la ventana, no comía casi, empezó a ponerse muy blanco, delgado, con ojeras... un desastre, ¿sabes? No dejaba que nadie entrara en la habitación así que nadie supo nunca qué le pasó pero un día, ¡pum! El chico apareció en el jardín muerto- un escalofrío recorrió mi cuerpo- Y una semana después, cuando los padres volvieron a la casa, después de enterrar al chico y eso... Aparecieron muertos también, cruelmente asesinados, me dijeron...
- Harry, tío, ¿a qué te dedicabas en el instituto?- preguntó de broma Danny- Es la historia más mala que he oído nunca?
"¿De verdad?" me pregunté en mi cabeza, porque a mí me había dado cierto punto de inquietud.
- A ver, entonces cuenta tu alguna- dijo Harry aparentemente ofendido.
- Pues  a mí me contaron...- comenzó a decir Danny a mi lado.
- ¡Eh!- exclamó Tom- ¿Qué es eso?
Miramos en la dirección en la que iba su dedo. Una luz se había encendido a lo lejos y después se apagó de golpe. Nos miramos unos a otros en la oscuridad en silencio sin saber qué decir. Tragué saliva e intenté no ponerme nerviosa.
- ¡¿Qué ha sido eso?!- exclamé escandalizada. El corazón me latía muy fuerte.
- Sería mucha casualidad...- comenzó a decir Harry pero ninguno nos reímos, en ese momento pocas cosas nos hacían gracia.
Tenía miedo, sí, no me importaba reconocerlo, era una absoluta cobarde, no me importaba decirlo, todas esas cosas sobre chicos extraños muertos y luces que se encienden por qué sí no me gustaban nada.
- Vale, a ver, no seamos paranoicos- pidió Tom levantándose.- Seguro que ha sido una caseta de cazadores o algo así...
Él se levantó y comenzó a mirar hacia el lado donde habíamos visto la luz que después se había apagado. Me removí en mi sitio y le di la mano y la apreté fuerte.
- ¡Eh, no pasa nada!- susurró en mi oído. Se levantó y se acercó a Tom.
- Vamos a echar un vistazo- dijeron ellos dos.
Me negaba a quedarme allí sin Danny, tenía miedo porque todo estaba completamente oscuro y sólo habíamos visto la luz alejada encenderse. Entramos dentro de la tienda de campaña, cogí una sudadera y una linterna que había cogido y guardado en mi mochila, Blake y yo enlazamos nuestros brazos y comenzamos a caminar detrás de los chicos y caminaban despacio dirigiéndose hacia la luz.
Esta no volvió a aparecer pero cuando nos fuimos acercando nos encontramos una casa, con el tejado algo destruido y en ruinas sobre la segunda planta. No podía percibir los detalles de esa casa porque la oscuridad era demasiada pero por lo poco que alumbraban las linternas podía ver que tenía la fachada llena de enredaderas y la puerta principal estaba abierta.
Pasamos a la casa y en cuanto pisamos el suelo de mármol con muchas capas de polvo y suciedad una corriente de aire nos rodeó y cerró la puerta de golpe.
- Ha sido el aire- dijo Tom para tranquilamente pero yo ya había dado un gritito ahogado por culpa del susto.

martes, 10 de mayo de 2011

Capítulo 17. Como si estuviera escrito en las estrellas.

Extendimos la manta de cuadros sobre el césped de la explanada mientras observábamos como los trabajadores del hotel colocaban el proyector de cine para que quedara perfectamente cuadrado en la gran pantalla que habían colocado. Estábamos en la parte posterior del hotel, donde había una explanada de césped donde se había empezado a instalar la gente para hacer un pequeño picnic y después ver la película que ofrecían en el hotel, era una de miedo que nunca había visto.
Formamos algo parecido a un círculo y comenzamos a hablar mientras esperábamos a que comenzara la película. Algunos de los camareros que normalmente estaban en el comedor ofrecían cartones de palomitas y había algunos puestecillos con algodón dulce y chucherías, propio de unas salas de cine.
La gente fue llegando a la vez que la noche comenzaba a ceñirse en el cielo de azul pálido que había reinado durante la tarde. Ahora el mismo cielo claro se oscurecía y empezaba a subir la luna brillante y comenzaban a mostrarse las estrellas, pero no sólo ellas brillaban.
Giré la cabeza y miré como Dougie cogía de la mano a Blake disimuladamente, ella agachó la cabeza para cerciorarse que sus manos estaban agarradas y después me dirigió una mirada llena de nerviosismo y sus ojos azules brillaban con mucha intensidad, la sonreí y después me introduje de nuevo en la conversación.
-Tú no te preocupes- me dijo Danny- si tienes miedo yo estaré a tu lado…
-Seguro…- puse cara de suficiencia- ¿no tendrás tu miedo?
-¡Claro que no!- exclamó y soltó una fuerte risotada.
La película comenzó y nos tumbamos sobre la manta. Danny me rodeó por los hombros y apoyé la cabeza sobre su pecho. La película parecía una comedia normal y corriente hasta que de repente se quedaban encerrados en la casa donde estaban de vacaciones y cosas extrañas comenzaban a ocurrir. No daba demasiado miedo pero en unas cuantas ocasiones me asusté apretando con fuerza la mano de Danny, él se rio de mí y le di un leve codazo en señal de protesta y volvió a reírse con un tono bajo.
Le acariciaba el pelo con dulzura mientras miraba sin interés la película pensando en cómo atraer la atención de Danny, pero él estaba completamente enfrascado en la película. Le miraba de vez en cuando pero él ni siquiera se daba cuenta, le besé en la mejilla y él me miró durante unos segundos y sonrió, pero después volvió a ver la película. Miré hacia la derecha para pedir ayuda. Ella giró la cabeza para mirarme e hizo una seña hacia Danny, yo me encogí de hombros.
Pasé los dedos por la barbilla de Danny y le obligué a girar la cabeza hacia mí. Al principio sus ojos azules, que brillaban por la luz blanca de la pantalla, siguieron inmersos en la película, después sonrió y dirigió su mirada hacia mí. Le besé con fuerza e intensidad como si necesitara de sus labios para vivir.
Él siguió besándome sin importarle la película. Sus manos viajaban por mi espalda y se metieron por debajo de mi camiseta de tirantes blanca que llevaba esa noche. Tenía las manos cálidas pero el contacto de nuestras pieles hizo que me diera un escalofrío y Danny se rió.
-¡Eh aquí no!- dije cuando noté que su mano bajaba.
-Muy bien tu lo has querido.- dijo él sonriendo.
Se levantó deprisa y comenzó a caminar saliendo de la zona que habían acomodado para ver la película y comenzó a desaparecer entre las sombras. No perdí ni un segundo y comencé a perseguirle para estar de nuevo con él. Se encontraba sentado sobre una de las mesas de madera y me miraba con interés. Me acerqué a él y comencé a besarle.
-¿Sabes que me encanta cuando pones esa cara de idiota?- le pregunté de broma.
-¿Cuál?- dijo- ¿Esta?- pero no puso su cara de niño bueno, con la mirada perdida, simplemente me besó de nuevo.
Me senté sobre la mesa y entre sus piernas, con mi espalda apoyada sobre su pecho. Me besó por el cuello. Tenía que dejar claro que no quería que el viaje acabara pero sabía que lo que habíamos comenzado era demasiado fuerte como para que se rompiera al llegar a Londres. Nos veía a los dos, yendo de la mano por las calles, presentándole a mis amigos o sentados en Hyde Park en un día típicamente nublado.
-Cuando acabe el viaje- dijo él como si me hubiera estado escuchando hablar en mi mente- iremos a unos cuantos países de concierto. Queremos que vengáis con nosotros.
-¿En serio?- pregunté sorprendida. Él sonrió y asintió.
-¿Quieres venir?
-Claro- aseguré feliz- seguro.
Estaba tan feliz, después del viaje no tendríamos que separarnos y me sentía por dentro triunfante. Me abrazó con fuerza y le besé en los labios. Él levantó la mirada y miró hacia las estrellas que brillaban con fuerza sobre nosotros. Yo le imité y estuvimos un rato así. Apoyé mi cabeza sobre su hombro y estuvimos en silencio mientras que escuchábamos de fondo el sonido de la película.
-Es como si estuviera escrito en las estrellas- dijo de repente.
-¿El qué?- pregunté con interés.
-Que estábamos destinados a estar juntos- contestó de inmediato.
Me sentía la persona más feliz del mundo entre sus brazos. Durante muchas noches me había sorprendido a mi misma pensando en él. Nadie lo sabía y nadie lo hubiera entendido pero cuando eres un adolescente siempre te gusta un chico, escribes en todos los sitios que ves la inicial de su nombre, te sonrojas cuando piensas en él y nadie sabe, excepto tu mejor amiga quién es, bueno pues en mi caso ese era Danny, incluso antes de conocerle. A mí me gustaba como si fuera un chico más de mi clase, o el vecino guapo de tu edificio, era extraño pero estaba segura de lo que sentía.
-¿Molesto?- dijo Dougie asomándose por la esquina del edificio. Los dos sonreímos y dejamos de besarnos.
-¿Qué quieres?- preguntó Danny con fingida voz molesta.
A Dougie le seguía Blake, cogida de su mano. Ella me sonrió y antes de que me diera cuenta ya estaba encima de mí abrazándome. Danny se rio con una carcajada fuerte y comenzó a decirle cosas a Dougie para que se enfadara pero este sólo se reía y miraba a todos lados con felicidad.
-Hemos pensado que para celebrar los últimos días de viaje- comenzó a decir Blake- mañana vamos a salir por ahí, al campo, y hacemos una acampada.
-¡Genial!- exclamé. Me encantaban las acampadas. Ayleen y yo solíamos ir con Courtney y sus amigos de acampada cuando ellos se iban por ahí y lo pasábamos genial todos juntos.
-Si no nos perdemos por el camino…- bromeó Blake.
-Tranquila no dejaré que  te pierdas- le contestó Doug, la rodeó con su brazo por los hombros, la acercó y la besó dulcemente.
-¡Fuera de aquí pastelosos!- Gritó Danny separándolos cruelmente.
-¿Quieres tu también?- preguntó Dougie
Este se abalanzó sobre Danny y los dos se cayeron al suelo. Doug intentaba besar a Danny y él lo intentaba evitar dando vueltas por el césped del jardín mientras que Blake y yo nos reíamos de los dos mientras que Danny pedía ayuda a voces. Conseguimos separarlos y poco después llegó el resto, cuando la película había terminado.
-Mañana nos levantamos antes, pedimos comida para llevarnos y alquilamos las tiendas y los sacos de dormir y nos vamos- determinó  Tom.
Blake y yo nos quedamos dormidas después de hablar lo que había sucedido entre ella y Doug. Estaba realmente emocionada pero el sueño nos venció. A la mañana siguiente debíamos madrugar para vivir el penúltimo día de viaje y aunque era triste tener que dejar aquello tenía ganas de afrontar el futuro.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bueno después de tanto tiempo vuelvo a publicar, me ha costado muchísimo escribir este capítulo y espero que esté más o menos bien. Aunque parezca que es ya el desenlace, no es así, todavía quedan unas cuantas cosas. La "culpa" de mi tardanza, la ha tenido el CONCIERTO de MCFLY en Madrid, el día 7 de mayo, fue increíblemente increíble y sólo puedo decir que ya les echo de menos :) Dejaré algunas de las mejores fotos por aquí y por supuesto tengo que decir que conocí a Patri y la di un abrazo fuerte, fuerte, fuerte y estoy deseando volver a verla. Ha sido el mejor día de mi vida y no lo voy a olvidar en mi vida. Bueno pues espero que os guste y siento la tardanza :/ xoxo.