jueves, 12 de mayo de 2011

Capítulo 18. Historias de miedo.

Antes de empezar. En este capítulo hay una "historia de miedo", no da miedo, no soy buena con esas cosas, así que no esperéis demasiado, lo siento. Espero que os guste el capítulo en general y DEJADME COMENTARIOS POR FAVOR :) Bueno gracias por leer. xoxo
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Cada uno llevaba una mochila con algunas cosas que íbamos a necesitar como comida, ropa o los sacos de dormir que íbamos a utilizar por la noche. Harry llevaba una de las tiendas de campaña y Doug llevaba la otra, Danny cargaba con un pequeño botiquín para las emergencias y Tom era el encargado del mapa y de dirigir al grupo. Blake y yo le ayudábamos, ella llevaba un comunicador, del tamaño de un móvil que nos permitiría conectar con el hotel en cualquier momento y yo me encargaba de la brújula, aunque no la íbamos  a utilizar demasiado.
Comenzamos el camino desde el hotel hasta el lugar donde comeríamos y descansaríamos para después seguir caminando hasta el lugar donde íbamos a acampar. Todo estaba lleno de altos árboles frondosos y pequeños riachuelos que llegaban desde las raíces de unos hasta las de otros. Encontramos algunas ardillas saltando por las ramas, ranas en una pequeña charca que estaba a punto de secarse y miles de insectos que volaban a nuestro alrededor constantemente.
Danny me alcanzó con facilidad y me cogió de la mano. Fue un viaje largo pero apenas se notaba que pasaran las horas. Danny se dedicó, con Dougie y Harry a hacer sonidos de animales y parecía que los tres se lo pasaban bastante bien haciendo eso. Todas nos reíamos de sus tonterías y Tom intentaba mantener la seriedad buscando el camino correcto pero al final la tontería de los otros tres ganaba a su sensatez. En tres ocasiones tuvimos que llamar al hotel para que nos indicaran el camino hacia la explanada donde íbamos a comer.
Era un claro en mitad del bosque, que hacía frontera con un pequeño río que bajaba entre las rocas. Extendimos un gran mantel en el suelo y comenzamos a sacar la comida. Las hormigas se vieron atraídas por nuestros alimentos y Blake y yo acabamos corriendo espantadas por estos minúsculos animales mientras que escuchábamos como Danny se moría de la risa y nosotras sentíamos como si tuviésemos bichos por el cuerpo, lo que era bastante desagradable.
Retomamos el viaje después de descansar tirados en el mantel. Natt y Byron se durmieron mientras que nosotros hablábamos sobre chorradas. El resto de las chicas ya se habían enterado de la noticia de ir con ellos a algunos conciertos así que comenzamos a planear lo que íbamos a hacer en cada ciudad.
- ¿Vamos a París?- pregunté a Tom.
- Sí, es el segundo concierto- Contestó él.
- Entonces quiero subir a la Torre Eiffel- Les pedí.
Estábamos tan emocionados por los viajes que apenas nos dimos cuenta de que teníamos que salir de nuevo hacia el camino a la siguiente parada, que sería en unas cuantas horas. La tarde se iba oscureciendo poco a poco mientras que nosotros caminábamos tranquilamente siguiendo a Tom que hablaba con Byron sobre la orientación que debíamos tomar.
Veía ilusionada como Blake buscaba con la mirada a Doug y de repente se esperaban el uno al otro, se daban la mano y se daban un pequeño beso. Yo miraba a Danny con ojos ilusionados  y veía cómo él distraídamente se reía por cualquier cosa que dijera a Harry, como hablaba para decir alguna de sus tonterías o cualquier cosa que él creía interesante, el modo en el que me apretaba la mano o pasaba cariñosamente su pulgar por mi piel. Me hacía sentir completamente feliz. Le quería con todas mis fuerzas, estaba completamente segura.
Llegamos a la zona donde estaba permitido acampar cuando el sol estaba empezando a ocultarse así que comenzamos a montar las tiendas antes de que la luz natural se fuera. Todo fue un desastre, ninguno tenía ni idea de cómo montar una tienda de campaña. Algunos comenzamos a juntar varas que eran la sujeción de la tela. Danny y Harry comenzaron a leer las instrucciones mientras Tom y Dougie se peleaban con dos varas como si fueran dos yedis de La Guerra de las Galaxias.
Al final conseguimos meter las varas que habíamos ido juntando por los huecos en las telas y aunque no eran unas tiendas demasiado bien montadas podríamos dormir allí.
- Juntamos así las tiendas- dijo Danny poniendo las puertas de cada una enfrentadas y completamente juntas.
- Muy bien Danny, cariño- le felicité sarcásticamente- ¿Y por dónde entramos?
- Es verdad...- contestó él poniendo cara interesante. Doug comenzó a reírse a carcajadas y entre los dos separaron un poco la segunda tienda.
Blake y yo entramos en una de las tiendas y vimos que era bastante grande. En la mitad podíamos poner una tela para hacer como dos compartimentos, pero decidimos que era mejor y más divertido dormir allí todos juntos y comenzamos a poner los sacos de dormir. No queríamos que nadie se quedara fuera así que decidimos que algunos teníamos que dormir juntos para que todos pudiésemos entrar. En la segunda tienda guardamos todas las mochilas y la comida que habíamos traído.
- ¿Dormirás conmigo?- me preguntó Danny cuando conseguimos separarnos un poco del resto. Me acercó a él, pasando sus manos por mi cintura y apretándome contra él. Le cogí de la barbilla y le besé dulcemente.
- ¿Contigo?- volví a preguntar. Él asintió- Claro...- contesté sonriendo y volviéndole a besar.
La noche calló y sacamos las linternas para tener algo de luz. Cenamos la comida que teníamos preparada y nos sentamos al lado de las tiendas a charlar un rato mientras veíamos como el cielo se oscurecía más y más.
- ¿Contamos historias de miedo?- preguntó Blake entusiasmada.
- ¡Sí, sí!- exclamó feliz Harry- Empiezo yo...
Antes de empezar a hablar se aclaró la voz y algunos soltamos risitas nerviosas. Danny pasó un brazo por mis hombros y apoyé la cabeza sobre su hombro.
- Hace muchos años...- comenzó a contar.
- ¿Cuántos años?- interrumpió a posta Dougie.
- ¡Calla!- le pidió Harry- Hace muchos años, bueno no sé cuantos exactamente, a mi me lo contó un amigo cuando íbamos al instituto-  empezó a explicar- había un chico...
- ¿Cómo se llamaba?- volvió a interrumpir Dougie.
- ¡No te lo digo otra vez, cállate!- bromeó Harry- Se llamaba Dougie, sí... eso es... se llamaba Dougie. El tío estaba siempre solo, nadie se quería juntar con él...
- ¿Está basado en hechos reales?- preguntó Dougie de nuevo.
- Pues parece ser que sí- contestó Harry, esta vez serio- Bueno vivían cerca de Newcastle, donde estuvimos aquel día- aclaró, algunos asentimos- bueno pues dicen que sus padres y él se trasladaron a una casa perdida en el campo y que el chico comenzó a volverse loco, el pobre... decía que escuchaba como alguien le llamaba a todas horas...
- Dougie, Dougie...- comenzó a susurrar de fondo Tom. Todos nos reímos.
- Se encerraba en su habitación y observaba el exterior de la ventana, no comía casi, empezó a ponerse muy blanco, delgado, con ojeras... un desastre, ¿sabes? No dejaba que nadie entrara en la habitación así que nadie supo nunca qué le pasó pero un día, ¡pum! El chico apareció en el jardín muerto- un escalofrío recorrió mi cuerpo- Y una semana después, cuando los padres volvieron a la casa, después de enterrar al chico y eso... Aparecieron muertos también, cruelmente asesinados, me dijeron...
- Harry, tío, ¿a qué te dedicabas en el instituto?- preguntó de broma Danny- Es la historia más mala que he oído nunca?
"¿De verdad?" me pregunté en mi cabeza, porque a mí me había dado cierto punto de inquietud.
- A ver, entonces cuenta tu alguna- dijo Harry aparentemente ofendido.
- Pues  a mí me contaron...- comenzó a decir Danny a mi lado.
- ¡Eh!- exclamó Tom- ¿Qué es eso?
Miramos en la dirección en la que iba su dedo. Una luz se había encendido a lo lejos y después se apagó de golpe. Nos miramos unos a otros en la oscuridad en silencio sin saber qué decir. Tragué saliva e intenté no ponerme nerviosa.
- ¡¿Qué ha sido eso?!- exclamé escandalizada. El corazón me latía muy fuerte.
- Sería mucha casualidad...- comenzó a decir Harry pero ninguno nos reímos, en ese momento pocas cosas nos hacían gracia.
Tenía miedo, sí, no me importaba reconocerlo, era una absoluta cobarde, no me importaba decirlo, todas esas cosas sobre chicos extraños muertos y luces que se encienden por qué sí no me gustaban nada.
- Vale, a ver, no seamos paranoicos- pidió Tom levantándose.- Seguro que ha sido una caseta de cazadores o algo así...
Él se levantó y comenzó a mirar hacia el lado donde habíamos visto la luz que después se había apagado. Me removí en mi sitio y le di la mano y la apreté fuerte.
- ¡Eh, no pasa nada!- susurró en mi oído. Se levantó y se acercó a Tom.
- Vamos a echar un vistazo- dijeron ellos dos.
Me negaba a quedarme allí sin Danny, tenía miedo porque todo estaba completamente oscuro y sólo habíamos visto la luz alejada encenderse. Entramos dentro de la tienda de campaña, cogí una sudadera y una linterna que había cogido y guardado en mi mochila, Blake y yo enlazamos nuestros brazos y comenzamos a caminar detrás de los chicos y caminaban despacio dirigiéndose hacia la luz.
Esta no volvió a aparecer pero cuando nos fuimos acercando nos encontramos una casa, con el tejado algo destruido y en ruinas sobre la segunda planta. No podía percibir los detalles de esa casa porque la oscuridad era demasiada pero por lo poco que alumbraban las linternas podía ver que tenía la fachada llena de enredaderas y la puerta principal estaba abierta.
Pasamos a la casa y en cuanto pisamos el suelo de mármol con muchas capas de polvo y suciedad una corriente de aire nos rodeó y cerró la puerta de golpe.
- Ha sido el aire- dijo Tom para tranquilamente pero yo ya había dado un gritito ahogado por culpa del susto.

1 comentario:

  1. ME ENCANTADA!!! POR FAVOR SUBE PRONTO
    FELICITACIONES POR TU INCREIBLE HISTORIA

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