lunes, 16 de mayo de 2011

Capítulo 19. La distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo.

Antes de nada quiero decir que lo siento de nuevo por la tardanza pero ahora no creo que actualice demasiado, estoy con exámenes ya y me van a comer todo el tiempo, así que supongo que subiré poco a poco. Bueno quería pediros que me hace mucha ilusión que me dejéis comentarios y que me sigáis aquí en blogger así que si te gusta mi fic ya sabes lo que tienes que hacer ;) Gracias siempre por leer y aguantar mis locuras :) xoxo.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Recorrimos de arriba a abajo la casa y no encontramos nada que indicara que alguien podía estar viviendo allí. No había muebles, alimentos o marcas de actividad. Era simplemente una vieja casa abandonada y la luz que habíamos visto seguramente había sido una ilusión óptica.
- Vámonos que aquí no hay nada- les pedí a Danny y Tom que estaban a mi lado.
- Sí, vamos- coincidió Tom.
Cuando fuimos a salir de la habitación la puerta se cerró. La ventana había estado cerrada pero ahora una pequeña rendija estaba abierta y entraba el aire del exterior. Solté un grito ahogado y le cogí con fuerza del brazo a Danny. Tom corrió hasta la puerta para abrirla, cuando lo hizo todos estaban al otro lado expectantes. Antes de que pudiéramos hablar Danny tuvo un escalofrío, le miré y él tenía una expresión de horror.
- ¿No lo habéis sentido?- preguntó él extrañado.
- ¿Sentir el qué?- le pregunté.
- No sé... vámonos- dijo él haciendo como que no había pasado nada.
Salimos casi corriendo de la casa y Harry cerró la puerta principal antes de comenzar a caminar hacia las tiendas de campaña que habíamos dejado iluminadas con algunas linternas. Cuando llegamos, ya no teníamos ganas para más aventuras, así que nos metimos en nuestros sacos de dormir dispuestos a descansar, pero cuando se nos pasó el susto comenzamos a charlar y las horas empezaron a trascurrir sin que nosotros nos durmiésemos.
- ¿Os acordáis del día en el que echamos pimienta, sal y azúcar en la comida de Danny y él ni siquiera se daba cuenta?- preguntó Harry entre risas.
- ¡Qué graciosos!- dijo Danny entre risas.
- Se lo comió sin inmutarse- intervino Tom mientras intentaba no reírse.
- Disimulaba- dijo Danny para defenderse.
Yo me acurruqué contra el pecho de Danny y él me rodeó con su brazo por la cintura y me atrajo hacia él. Respiraba de su aroma y de vez en cuando le besaba.
- ¡Iros  a un hotel!- gritaba Dougie cada vez que escuchaba cómo nos besábamos.- ¡Qué guarros, por dios!- le dijo escandalizado a Blake. Ella comenzó a reírse a carcajadas.
- Deberíamos dormirnos- pensó Tom en voz alta- Aunque algunos ya lo han hecho.
Todos nos quedamos en silencio y escuchamos la respiración regular de Harry que había sido el primero en dormirse. Eran las tres de la madrugada y quedaban tres horas para despertarnos cuando comenzamos a quedarnos todos dormidos. A pesar de que estaba en una tienda de campaña, muerta de calor y con la espalda casi contra el suelo, aquella noche dormí muy bien en los brazos de Danny.
Amaneció antes que cualquier día normal y con los primeros rayos de sol nos despertamos poco a poco. Recogimos entre todos las tiendas de campaña, que era mucho más fácil que montarlas, enrollamos los sacos de dormir e hicimos cada uno nuestras mochilas. El viaje de vuelta al hotel fue más corto que el ida y llegamos un poco antes de la comida. Teníamos un hambre espantoso así que arrasamos con todo lo que encontramos en el restaurante.
Hasta ese momento no me había dado cuenta pero era el último día que estábamos allí, todos juntos, dentro de unas horas dejaríamos de estar día y noche hablando y riéndonos. Sí, nos íbamos de gira con los chicos, pero sólo Blake y yo, pues el resto tenía que volver a sus países de procedencia y sus padres no habían dejado que se quedaran. Así que suponía que tenía que aprovechar al máximo ese día.
- Como esta noche es la última que tenemos juntos- comenzó a decir Tom- hemos pensado hacer algo diferente y especial- explicó- Así que tenéis que poneros vuestras mejores galas porque esta noche tenemos cena de gala y baile.
Todas exclamamos asombradas y contentas. Sería una buena forma de despedirnos. No me imaginaba cómo iba a ser ahora mi vida, sin Danny día y noche a mi lado, haciéndome feliz, pero suponía que algo nuevo iba a empezar.
En cuanto terminamos de comer Blake me agarró del brazo y me llevó a la habitación para elegir algo qué ponernos. Me preguntaba en qué estaba pensando ella cuando hizo la maleta para ir al viaje porque a mi no se me había ocurrido meter ropa de gala o de fiesta como ella. Tenía preparado miles de faldas, vestidos, camisas, camisetas y muchos zapatos de tacón.
- Elige el que tú quieras- dijo Blake.
Yo comencé a mirar algo avergonzada la ropa que ella llevaba. Había en especial un vestido que me gustó por encima de los demás. Era azul cian y era liso pero bastante bonito, tenía un lazo que lo rodeaba de color blanco debajo del pecho y vi que Blake tenía unos zapatos a juego, un poco altos para mí, pero muy bonito.
- ¿Qué te parece?- la pregunté con el conjunto en la mano.
- Perfecto.
Yo la sonreí y lo puse sobre mi cama. Después de elegir la ropa teníamos que empezar a hacer la maleta y vaciar la maleta para no tener que recoger nada al día siguiente por la mañana, salíamos al aeropuerto después de desayunar. Me ponía muy triste tener que hacer ya las maletas, parecía que fue ayer cuando llegamos a aquel hotel, cuando conocí a los chicos y a todas las chicas. Me daba mucha pena dejar aquel lugar pero tenía ganas de saber cómo iba a ser mi vida a partir de ese momento. No me veía yendo a fiestas con Danny, caminando con él por la calle o verle esperándome a la salida de clase. Era todo demasiado nuevo y extraño para mí.
Me puse los cascos y encendí el ipod cuando Blake se fue de la habitación para ver a Dougie. Comencé a escuchar Dani California de Red Hot Chilli Peppers, me tumbé en la cama y con su música comencé a llorar. Tenía mucho miedo, intentaba negarlo en mi interior pero en realidad tenía mucho miedo porque no sabía lo que iba a suceder en el futuro y me ponía muy nerviosa.
Cuando Blake volvió a entrar en la habitación me sequé las lágrimas y fingí que no pasaba nada. Ella fue la primera en ducharse mientras que yo seguía escuchando música, esta vez comencé a escuchar The End y aunque estuviera algo deprimida me apetecía escuchar canciones que dijeran cómo me sentía. "Todo el mundo conoce el final, cuando la cortina toca el suelo..." Todo el mundo conoce el final, todo el mundo conoce el final... esas palabras rondaban sin cesar en mi cabeza, incluso cuando estaba metida en la ducha escuchando como caía el agua sobre mi cuerpo seguía pensando en si aquello era el final.
Blake me ayudó a plancharme el pelo y maquillarme un poco y después ella se encerró en el baño para arreglarse mientras que yo me quedaba sentada sobre la cama, vestida y sin poder hacer nada. Tenía ganas de perder todo mi tiempo con Danny pero seguramente él estaba preparándose para la cena.
Antes de cenar llegó a mi habitación me ofreció su brazo y agarrados bajamos al comedor. La zona de la terraza había sido reservada sólo para nosotros. Todos íbamos muy elegantes y fue un buen momento para realizar algunas fotos. Primero todas las chicas juntas, después los cuatro juntos y al final hicimos una foto en la que salíamos todos.
Comenzamos a cenar y en mitad de la cena Natt se aclaró la voz y se levantó.
- Bueno... yo, os he escrito algo- comenzó a decir, todos pusimos interés en sus palabras- Antes de venir aquí- comenzó a leer- McFly, para nosotras, era nuestro grupo de música preferido, eran todo lo que podíamos soñar, eran nuestros ídolos, alguien a quien adorar, un modelo a seguir y gracias a eso hoy estamos aquí. Nada de eso a cambiado porque yo sigo pensando que de mayor quiero ser como Tom- todos nos reímos- sigo pensando que Danny tiene la sonrisa más bonita del mundo- él sonrió- que Dougie es increíblemente adorable- Danny despeinó- y que Harry es la persona más divertida que nunca he conocido. Pero estos días me he dado cuenta de que McFly es algo más que un grupo de música, todo el que está metido dentro del mundo de McFly sabe lo que significa ese nombre. A nosotras no nos importa la distancia, no nos importa que no nos veáis cada día, no nos importa que tengáis novias o no... Nosotras estamos aquí para escuchar vuestra música, para apoyaros en todo lo que necesitéis, aunque algunas estemos un poco lejos...- levantó la vista del papel y sonrió- En definitiva, que estos días han sido los mejores de mi vida y nunca podré olvidarlos. Así que espero que siempre que necesitéis algo de ayuda... nosotras estaremos ahí. Ya sabéis lo que dicen... La distancia no significa nada cuando alguien lo significa todo.
Me había quedado con la boca abierta, cómo una persona había podido escribir lo que yo sentía en mi interior sin ni siquiera meterse en mi cabeza. No me  había dado cuenta pero algunas lágrimas habían anegado mis ojos y no me permitían ver demasiado bien. Mantuve la mirada fija en el plato para que nadie se diera cuenta y después fingí que todo iba bien.
- ¿Te ocurre algo?- me susurró Danny al oído.
- No... Nada- mentí intentando sonar convincentemente. "¿Qué si me pasa algo?" pensé en mi cabeza "que te amo, que no puedo vivir sin ti y no quiero que esto se acabe." Él sonrió y seguimos cenando ignorando a mis propios sentimientos.

1 comentario:

  1. ppf, yo tambien quiero irme a parís con Danny, no es justo, naaada justo!
    Pero bueno.. que me a encantado, esta genial, como todos.. Mas te vale subir prontito aunque se que es un poco dificil porque estas con examenes y tan jajajaj yo estoy igual asique.. SUERTEEE!
    y repito: capitulo genial!

    ResponderEliminar